Nuevas armas para la lucha contra la malaria
Poner fin a la malaria para siempre: el camino para alcanzar los objetivos de la OMS
El 25 de abril se celebrará el Día Mundial del Paludismo, un evento organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para recordarnos que todos deberíamos preocuparnos por esta enfermedad pese a que solamente afecte a las regiones tropicales y subtropicales del mundo. Aunque parezca una enfermedad lejana para muchos europeos, cada año la malaria es responsable de unas 400 000 muertes. Por supuesto que usar los medicamentos adecuados en el momento adecuado puede curar a los pacientes, pero el problema es otro. En las regiones más pobres y remotas del mundo, el acceso al tratamiento y a las medidas preventivas, como las mosquiteras tratadas con insecticidas, es limitado o, a veces, incluso inexistente. Aunque las cifras de la OMS muestren que la tasa de mortalidad por malaria descendió un 29 % entre 2010 y 2015, el objetivo de la organización de alcanzar una reducción del 40 % antes de 2020 exige un esfuerzo mucho mayor, especialmente por parte de los investigadores. En primer lugar, todavía desconocemos muchos detalles sobre la malaria, tanto en lo que respecta a los insectos vectores, que son los procesos celulares y moleculares que permiten a los parásitos de la malaria vivir y replicarse en sus anfitriones, ya sean mosquitos o humanos, así como a las posibles formas nuevas de tratar la enfermedad o vacunar a los pacientes en situación de riesgo. Algunos de los proyectos seleccionados para la sección especial de este mes justamente han hecho avanzar la investigación en estos campos. Entre ellos se incluyen SUGARBLOCK, que mejora nuestra comprensión de los glicanos de la superficie de los parásitos de la malaria; SPARK, que estudió el proceso de diferenciación sexual del parásito de la malaria más mortífero; MULTIMALVAX y su nueva vacuna para la malaria; o incluso PathCO, que estudió la malaria desde la perspectiva más amplia de su interacción con otros virus. Además, es necesario ir más allá del laboratorio para conocer de primera mano las necesidades reales de la población en situación de riesgo, así como ver las posibles maneras de mejorar la prevención. Un proyecto como SUPPORTING LIFE, por ejemplo, puede contribuir considerablemente a tomar decisiones médicas más rápidas e informadas. En ocasiones, los científicos incluso pueden continuar sus investigaciones sobre el terreno para empezar a pensar de forma más innovadora, tal como hicieron los socios del proyecto PLANTMEDS. Juntos, pusieron a prueba la medicina tradicional camerunesa a base de plantas para la identificación de nuevos compuestos capaces de combatir no solo la malaria, sino también el cáncer. A los nueve proyectos centrados en la malaria les siguen nuestras secciones temáticas habituales sobre salud, sociedad, energía, medio ambiente, recursos acuáticos, industria, tecnologías de la información y la comunicación, seguridad e investigación fundamental. La revista finaliza con una lista de los próximos eventos organizados o que implican a proyectos de investigación financiados con fondos europeos. Quedamos a la espera de recibir sus comentarios. Puede enviar preguntas o sugerencias a: editorial@cordis.europa.eu
