Tecnología inteligente para un uso más eficiente de la energía en los barrios
Reducir el consumo no es sino una solución parcial hacia la eficiencia energética, al igual que el empleo fuentes de energía sin sistemas de gestión inteligentes, lo que puede derivar en fallos en la red o en el desperdicio de energía. «La energía renovable no está disponible de forma constante, sino más bien en picos», asegura el profesor Peter Langendörfer, coordinador del proyecto e-balance, financiado con fondos europeos. «Cuando se produce un pico sin el consumo correspondiente, esta energía se desperdicia; es lo que ocurre por ejemplo con las energías renovables desconectadas de la red eléctrica», prosigue. «Cuando el consumo de energía es elevado, puede ocurrir que las renovables no estén disponibles». Resiliencia y eficiencia de la red eléctrica gracias a un intercambio más eficiente de la energía El profesor Langendörfer explica que la red necesita poder hacer frente a los picos de carga si se permite que los proveedores de energías renovables y fósiles añadan energía siempre que puedan o quieran. Esto encarece la red eléctrica debido a las situaciones de carga elevada. Si se evitan los picos, es posible reducir el coste de inversión de la red eléctrica. Para solventar un desfase entre la producción y el consumo de energía, así como un desequilibrio en la red eléctrica, es necesario supervisar y controlar tanto la producción como el consumo. «Adaptar las necesidades energéticas al momento y el lugar donde se suministra la energía es una solución posible», afirma el profesor Langendörfer. «El proyecto e-balance presentó una plataforma, modelos empresariales y herramientas de TIC para una mejor gestión de la energía eléctrica en los barrios». Un buen equilibrio entre producción y consumo de renovables e-balance desarrolló una plataforma de gestión energética para equilibrar mejor la producción y la demanda de energía eléctrica en todos los niveles de tensión de la red eléctrica de distribución. Este equilibrio va desde los barrios de las ciudades hasta grupos de usuarios geográficamente dispersos. Se emplean sensores y algoritmos para aumentar la resiliencia de la red con respecto a varias funciones, como la detección y localización de fraudes, el cálculo de pérdidas y la detección y localización de farolas fundidas. La plataforma ayuda a las personas a gestionar su propio consumo energético, reduciendo de este modo la energía necesaria y permitiendo el uso de fuentes renovables distribuidas. Mantiene la distribución de la energía en el ámbito más local posible, permitiendo el consumo de energía en una determinada zona en lugar de dejar que la electricidad recorra largas distancias a través de la red. La innovación reduce el número y la duración de los fallos y contribuye a aumentar la calidad de la distribución de la energía. Además, la solución puede adaptarse a cualquier requisito jurídico e infraestructura de comunicación. Su enfoque de la gestión energética puede aplicarse a todas las redes. En el marco del proyecto e-balance, sus responsables también diseñaron modelos de negocio nuevos para lograr un equilibrio energético eficaz en el que los operadores de sistemas de distribución, los agregadores de energía y los prosumidores (productores y consumidores) cooperen de una forma integrada. Según el profesor Langendörfer, este innovador marco de modelo empresarial ofrece potencial para aumentar los ingresos y reducir los costes de la energía. Se elaboró una guía para el mercado de la electricidad y los operadores de energía distribuida, las autoridades municipales y los fabricantes de electrodomésticos inteligentes para aprovechar al máximo los resultados del proyecto. En ella se explica cómo utilizar la solución e-balance, y puede ayudar a calcular las mejoras que se pueden obtener y los costes previstos. Equilibrar la energía en los hogares tiene muy poco impacto en la red eléctrica porque los electrodomésticos no consumen mucho. El profesor Langendörfer señala que en el futuro deben estudiarse medios adicionales para aumentar la flexibilidad y ya se está trabajando en esa dirección. «La energía puede utilizarse de una forma mucho más eficiente, con resultados positivos en cuanto a las emisiones de CO2 y para el medioambiente en general», concluye el profesor Langendörfer. «La mejora de la gestión de la red eléctrica dará lugar en última instancia a una mayor calidad de servicio para los usuarios finales, que también se verán motivados a utilizar los paneles fotovoltaicos de forma más eficiente para obtener su propia energía».
Palabras clave
e-balance, eficiencia energética, producción de energía, consumo de energía, red eléctrica
