Un plan nuevo para erradicar la pobreza
En el año 2000, las Naciones Unidas formularon sus ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, el primero de los cuales es erradicar la pobreza extrema y el hambre. Cierto tiempo después apareció la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuya principal prioridad es el fin de la pobreza. Gracias en parte a iniciativas como esas, el nivel de pobreza a escala mundial ha disminuido más de un 35 %, pero este sigue siendo un tema de máxima importancia. La clave para reducir la pobreza está en entenderla en primer lugar, lo cual, lamentablemente, es más fácil de decir que de hacer. El motivo es que la pobreza es un problema que presenta múltiples aspectos y en el que influye toda una gama de factores, como la globalización, las políticas de cada país, el cambio climático y elementos geopolíticos. Los responsables de NOPOOR pretendían contribuir a que la sociedad entendiera con mayor precisión el problema de la pobreza y, por ende, su capacidad para combatirla de forma óptima. Con ello en mente, el equipo del proyecto realizó más de ciento veinte estudios sobre numerosos aspectos de la pobreza en los países en desarrollo y emergentes. En definitiva, se elaboró un nuevo plan de políticas contra la pobreza en un mundo globalizado. Llegar a la raíz del problema Los investigadores de NOPOOR observaron que la mayoría de los países tienen en marcha estrategias destinadas a erradicar la pobreza. Una de las más comunes consiste en programas de transferencias de recursos. Sin embargo, los investigadores constataron que, en muchos casos, tales programas tan solo ofrecen soluciones a corto plazo y apenas ayudar a generar el empleo necesario para que la gente salga de la pobreza de manera permanente. Según declaró Xavier Oudin, coordinador del proyecto: «La mejor manera de que los pobres salgan de la pobreza es que tengan un empleo. Nuestra investigación indica que las políticas de reducción de la pobreza no prestan atención suficiente al trabajo como instrumento para combatir la pobreza». Oudin citó como ejemplo de ello la cantidad de trabajadores empleados informalmente que reciben ingresos bajos y quedan excluidos de los regímenes de seguridad social. A raíz de ello, difícilmente puede acceder a créditos financieros. «En vista de esto, recomendamos que la creación de empleos de calidad pase a ser un objetivo esencial de las políticas de reducción de la pobreza», añadió. Ese es solo un ejemplo de lo que Oudin considera el fracaso general de muchos gobiernos de países en desarrollo, ya que prestan servicios públicos que, lejos de ser satisfactorios, por norma disponen de fondos insuficientes o se prestan ineficazmente. Un caso flagrante es el de la educación. Uno de los estudios de NOPOOR abarcó un gran número de países en desarrollo e indicó que, incluso si la tasa de escolarización es elevada, la calidad de la educación impartida suele ser baja. «Deberían aplicarse políticas que elevasen la calidad de la educación y del personal docente, para que la educación actúe como un mecanismo más eficaz de reducción de las desigualdades», apuntó Oudin. Fomento del desarrollo a largo plazo Los ejemplos mencionados muestran que la manera óptima de combatir la pobreza consiste en atacar los problemas básicos, como son el empleo y la educación. Y ahí mismo radica el problema: los países más necesitados también suelen carecer de instituciones eficaces. Actualmente, los donantes suelen resolver ese dilema sorteando las instituciones estatales ineficaces y haciendo llegar un mayor volumen de ayudas por conducto de ONG y organizaciones multilaterales. Sin embargo, con ese proceder, a menudo desperdician la oportunidad de mejorar las instituciones del país destinatario y, así, no promueven el desarrollo a largo plazo. «Hay que analizar las dinámicas de la pobreza y, si bien muchas de las políticas actuales consiguen reducir la pobreza severa, desatienden los objetivos a largo plazo relacionados con la erradicación de la pobreza», puntualizó Oudin. «Se ha de examinar la interacción entre distintas dimensiones de la pobreza, como la educación, el empleo, las infraestructuras y la vivienda, entre otras muchas, porque los progresos en una sola dimensión no bastan para acabar con la pobreza».
Palabras clave
NOPOOR, pobreza, reducción de la pobreza, Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, pobreza mundial