Europa: un continente con muchos futuros agroecológicos posibles
Durante gran parte de la historia, la agricultura fue una cuestión local, ya que los agricultores producían únicamente los alimentos necesarios para alimentar a su familia o para mantener a la comunidad local. Con todo, la industrialización, la urbanización y el aumento de la población fomentaron el paso a una agricultura cada vez más intensiva. Si bien es cierto que este proceso permitió reducir los costes y aumentar la producción, estos logros se alcanzaron con frecuencia a expensas del medio ambiente. Hoy en día, el mundo afronta los efectos del cambio climático, por lo que existe una necesidad urgente de reequilibrar el sistema agrícola con la combinación adecuada de sostenibilidad y productividad. «En este sentido, aumentar la puesta en práctica de métodos agroecológicos es esencial para garantizar la producción sostenible de alimentos en el futuro», comenta Gerald Schwarz, investigador del Instituto Thünen de Economía Agraria. El proyecto UNISECO (Understanding and improving the sustainability of agro-ecological farming systems in the EU), financiado con fondos europeos, contribuye a lograr este equilibrio. «Nuestro objetivo era fortalecer la sostenibilidad de los sistemas de producción agrícola europeos mediante el desarrollo conjunto de mejores estrategias e incentivos para la transición hacia la agricultura ecológica», explica Schwarz, que coordinó el proyecto. La agroecología aplica conceptos de la ecología a la agricultura. En concreto, fomenta un tipo de prácticas agrícolas que permiten mitigar el cambio climático, minimizar el impacto de la agricultura en la flora y fauna silvestres, así como en la naturaleza, y empoderar a los agricultores y las comunidades para se beneficien de la sostenibilidad.
Soluciones a medida para las necesidades locales
Según Schwarz, el objetivo principal del proyecto era identificar una cartera de acciones y políticas para la transición a la agroecología. «Queríamos aportar pruebas concretas sobre la forma en la que la agricultura puede respaldar a Europa en el abordaje de los retos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, al mismo tiempo que también permite una producción sostenible de alimentos y promueve economías rurales dinámicas», manifiesta Schwarz. Para ello, los investigadores del proyecto llevaron a cabo estudios de casos en quince países europeos, cada uno los cuales presentaba un contexto cultural, medioambiental y socioeconómico diferente. También estudiaron cómo la aplicación a gran escala de prácticas agroecológicas afectaría tanto a las economías agrícolas locales como al sistema alimentario europeo. La investigación del proyecto UNISECO reveló que no existe una solución única para lograr la transición a la agricultura sostenible. En cambio, se averiguó que la agroecología funciona mejor cuando se adapta a las necesidades locales. «Nuestra investigación demostró que Europa puede albergar muchos futuros agroecológicos posibles que, si se combinan con cambios de mayor calado en el sistema alimentario, no pondrán en riesgo nuestra seguridad alimentaria», agrega Schwarz. Los resultados del proyecto también desvelaron la manera en la que la agroecología puede beneficiar al medio ambiente, por ejemplo, al aumentar la diversidad de especies y hábitats. «La agroecología puede ayudar asimismo a mitigar el cambio climático y a mejorar nuestra capacidad para adaptarnos a sus efectos al promover, por ejemplo, la formación de humus y el secuestro de carbono en la biomasa leñosa», recalca Schwarz.
Empoderar a las comunidades locales
El equipo del proyecto no solo demostró los beneficios medioambientales de la agroecología, sino que además trabajó para intercambiar conocimientos sobre las oportunidades económicas de la agricultura sostenible a través de un diálogo entre ciencia, sociedad y política. «Para que la agroecología tenga éxito, debemos aumentar la capacidad de los agentes locales —comenta Schwarz—. Si bien es cierto que esto comienza con el agricultor, también se debe incluir a los propietarios de tierras y otros agentes de las comunidades rurales y las cadenas de valor». En este contexto, el proyecto puso de manifiesto la importancia de la colaboración entre agricultores en cuestiones como el almacenamiento, el procesamiento y la comercialización compartidos, y demostró cadenas de valor a nivel comunitario que vinculaban a los agricultores con restaurantes, escuelas y minoristas locales. «Los agricultores, al implicarse y participar más en el proceso, tienen una relación directa con el éxito de los sistemas de producción agrícola. También se pueden beneficiar más, lo que garantiza que los sistemas de producción agroecológica puedan crecer con un apoyo público limitado», concluye Schwarz. Aunque el proyecto ya ha terminado, los agricultores y otras partes interesadas pueden continuar aprovechando la gran cantidad de conocimientos generados por UNISECO a través del Centro de Conocimientos sobre Agroecología.
Palabras clave
UNISECO, agroecología, sostenibilidad, agricultura sostenible, agricultores, comunidades rurales, agricultura, cambio climático, producción de alimentos, biodiversidad