Reducir y prevenir los factores de pérdida de biodiversidad marina
Los mares de Europa cubren más de once millones de kilómetros cuadrados, desde aguas costeras poco profundas y semicerradas hasta las inmensas profundidades del océano abierto. Contienen multitud de ecosistemas costeros y marinos que proporcionan hábitats a la mayoría de las especies presentes en Europa. Sin embargo, nuestros mares están cambiando rápidamente debido a las actividades humanas que provocan contaminación, residuos plásticos, pérdida de hábitats, acidificación y mares más cálidos por el cambio climático. Los impactos acumulativos resultantes han reducido la biodiversidad marina y, por tanto, la resiliencia de los ecosistemas marinos y su capacidad de recuperación. Como respuesta, los investigadores europeos estudian alternativas biodegradables y sostenibles a los plásticos para envases, una mejor gestión de los residuos y las aguas residuales y mejores métodos de reciclado. También investigan la salud de los ecosistemas, la biodiversidad y la adaptación de los corales, así como estudios sobre soluciones basadas en la naturaleza, cultivo de algas y arrecifes de ostras y tecnologías pesqueras sostenibles.
Un camino hacia unos mares más limpios
Un enfoque de gestión basado en los ecosistemas puede mitigar los efectos adversos de la pesca, la extracción y otras actividades humanas, especialmente sobre las especies sensibles y los hábitats de los fondos marinos. Una mejor protección de los ecosistemas marinos no solo es buena para nuestros mares, sino que también puede reportar importantes beneficios sanitarios, sociales y económicos a las comunidades costeras. El objetivo de la Estrategia de la Unión Europea sobre la Biodiversidad es proteger con eficacia el 30 % de los mares de la Unión Europea (UE) de aquí a 2030, incluido el 10 % bajo protección estricta, lo que supone un gran salto con respecto al 1 % de zonas estrictamente protegidas en la actualidad, y, a través de la Ley de Restauración de la Naturaleza adoptada en junio de 2024, poner en marcha medidas de restauración para al menos el 30 % de la superficie total de los hábitats que no estén en buen estado de aquí a 2030, el 60 % de aquí a 2040 y el 90 % de aquí a 2050. La estrategia es parte esencial del Pacto Verde Europeo y su objetivo es recuperar la biodiversidad en beneficio de las personas, el clima y el planeta. Se basa en varias directivas, como la Directiva sobre los Hábitats y la Red Natura 2000 de espacios protegidos de la UE, para mejorar la salud de nuestros océanos, mares y aguas interiores mediante un planteamiento político orientado al futuro.
Énfasis en la investigación financiada con fondos europeos
Este Results Pack de CORDIS se centra en trece proyectos financiados a través de los programas de investigación programas de investigación Horizonte 2020 y Horizonte Europa. Los proyectos ponen de manifiesto la necesidad de investigar sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos para garantizar la sostenibilidad ambiental de Europa, y la importancia de dichas iniciativas para los objetivos políticos actuales y futuros. El equipo del proyecto AMBI-ROBIC desarrolló un proceso de tratamiento anaeróbico a baja temperatura de aguas residuales municipales para reducir los efectos de los residuos que entran en los hábitats marinos. En el proyecto ECOLACTIPACK se crearon envases biodegradables a base de caseína. El equipo de In-No-Plastic produjo y demostró tecnologías de limpieza para nano, micro y macroplásticos. En MAELSTROM se identificaron «puntos críticos» de basura marina en Europa y tecnologías avanzadas de remediación impulsadas por energías renovables. El equipo del proyecto SeaClear, por su parte, desarrolló robots autónomos para la recogida de la basura submarina. En EuroSea se trabajó para mejorar el sistema europeo de observación y previsión oceánicas en un contexto mundial. El equipo del proyecto iAtlantic evaluó la salud de los ecosistemas atlánticos frente a múltiples factores de estrés y el cambio global para determinar su estabilidad y vulnerabilidad. En el proyecto OPERANDUM se investigó la protección de territorios europeos frente a fenómenos meteorológicos extremos mediante soluciones basadas en la naturaleza (SbN). El equipo de FutureMARES creó una herramienta de evaluación de riesgos climáticos para la planificación de SbN. En MaCoBIOS se estudiaron las repercusiones del cambio climático en importantes ecosistemas costeros marinos como las praderas marinas y los bosques de algas. En el proyecto MAREA se combinó la restauración de ostras planas autóctonas con la acuicultura de mejillones para restaurar arrecifes y preservar los servicios ecosistémicos. La mejora de la vigilancia de las poblaciones de peces a través del proyecto SMARTFISH reducirá los efectos de las capturas no reglamentadas. Por último, el equipo del proyecto UNITED promovió el uso conjunto de los recursos marinos mediante el desarrollo de cinco proyectos piloto reales de usos múltiples del océano basados en parques eólicos marinos, turismo y acuicultura.