Innovación rural: desarrollo de soluciones reales para unas zonas rurales inteligentes y resilientes en Europa
Aunque demasiado a menudo se promociona a las ciudades y otras zonas urbanas como los bastiones de la innovación y se relega a las zonas rurales a un segundo plano, esto está lejos de ser verdad. El potencial de la innovación rural es elevado y está alimentado por una sólida base de recursos naturales y de espíritu comunitario, un uso inteligente del conocimiento tácito y el uso de la cooperación y la innovación social para superar barreras como unos servicios e infraestructuras más débiles. Las zonas rurales tienen un papel fundamental a la hora de garantizar la administración de los recursos naturales, así como de mitigar los efectos del cambio climático y, en última instancia, permitir la transición a una Europa verdaderamente ecológica y sostenible. Para que la población rural pueda desempeñar su papel, las comunidades rurales deben ser inteligentes y resilientes, así como unos lugares atractivos para vivir, trabajar y visitar.
Retos a los que se enfrentan las zonas rurales
Las zonas rurales de muchos países europeos han experimentado un descenso de la población durante las últimas décadas, a medida que los jóvenes se van a las ciudades en busca de educación, empleo y oportunidades culturales. En consecuencia, aquellos que eligen quedarse en las zonas rurales suelen tener que lidiar con menos oportunidades económicas, menos ingresos, unos servicios básicos escasos y una brecha digital que tiende a aumentar las desigualdades. La COVID-19 también ha arrojado nueva luz sobre las vulnerabilidades e interdependencias de las comunidades rurales y urbanas, pues hay muchos casos de habitantes de las ciudades que vuelven a las regiones rurales, así como un mayor aprecio por tener más espacio y entornos más naturales. Además, las comunidades rurales no han dejado de ayudar durante la crisis al mantener un suministro de bienes y servicios esenciales, como alimentos y espacios recreativos locales, para todos los ciudadanos. Las zonas rurales también se han enfrentado a grandes dificultades, que incluyen menos posibilidades de teletrabajo, conexiones en línea deficientes que obstaculizan la educación en casa de los niños e incluso una mayor presión sobre sus ya sobrecargados servicios básicos, incluida la asistencia sanitaria. Aunque las zonas rurales podrían beneficiarse de una contramigración y de más comida local y turismo, es difícil predecir si esta tendencia se mantendrá y si no sería suficiente ya para garantizar que las zonas rurales alcancen su verdadero potencial.
Hincapié europeo en la innovación rural
Ahí es donde entra en juego el plan de la Comisión Europea para el desarrollo de una visión rural a largo plazo (EU rural vision), que fue propuesto oficialmente en julio de 2019 (como parte de las siguientes prioridades principales de la Comisión) y cuyo proceso de consulta se puso en marcha en el verano de 2020. Su finalidad es movilizar a los responsables políticos, los agentes rurales y los ciudadanos de forma más amplia para animarlos a participar en un diálogo sobre el futuro de las zonas rurales de Europa y el lugar que ocupan en nuestra sociedad. El objetivo final será proporcionar una visión holística hasta 2040 que permita el desarrollo y la aplicación de soluciones innovadoras, inclusivas y sostenibles adaptadas a las regiones rurales a la luz de la crisis climática, la transformación digital en curso y la recuperación de la pandemia de COVID-19.
El importante papel de la investigación financiada con fondos europeos
Muchos proyectos financiados con fondos europeos en el marco del programa Horizonte 2020 ya han estado aplicando sus habilidades y experiencia para abordar los problemas a los que se enfrentan las zonas rurales, descritos en las líneas anteriores, y aumentar su potencial para aprovechar las oportunidades y contribuir al futuro de Europa. Por supuesto, más proyectos seguirán sus pasos gracias a la creación del próximo programa de investigación e innovación de la UE: Horizonte Europa. Juntos, todos sus resultados contribuirán a satisfacer las ambiciones que se expondrán en la EU rural vision de la Comisión. Por ejemplo, el proyecto LIVERUR ha creado un conjunto de herramientas integral para ayudar a las empresas rurales a diseñar unos modelos de negocio sostenibles e innovadores que contribuyan a una economía circular y estén adaptados a sus circunstancias particulares, además de proporcionar una plataforma en línea para que puedan interactuar más fácilmente entre sí. Luego está el proyecto RUBIZMO, que ha trabajado para apoyar a pioneros de éxito de tres sectores diferentes (la alimentación, las cadenas de valor de los bioproductos y los servicios ecosistémicos) y, por tanto, ha proporcionado modelos para predicar con el ejemplo y potenciar un mayor crecimiento de las regiones rurales. Mientras tanto, el proyecto SIMRA ha hecho hincapié en la innovación social como forma de revitalizar las zonas rurales en apuros, ROBUST ha estado diseñando trayectorias para mejorar las sinergias en la gobernanza de las comunidades urbanas y rurales, y SALSA ha comenzado un estudio detallado de las explotaciones agrícolas pequeñas y las empresas de alimentación. Todos estos proyectos pretenden proporcionar recomendaciones detalladas y basadas en pruebas para impulsar el bienestar y las economías rurales de Europa. Por último, este Results Pack también incluye dos proyectos mucho más recientes que aún tienen que terminar de madurar: el proyecto IMAJINE, cuyo objetivo es desarrollar nuevos mecanismos políticos de integración para abordar las desigualdades territoriales en la UE, y el proyecto NEWBIE, que fomentará modelos de negocio innovadores para que los nuevos participantes potencien la innovación, la resiliencia y el emprendimiento en la agricultura europea.