Estudio de las explotaciones agrícolas pequeñas
Treinta regiones de referencia, veinticinco de ellas en Europa y cinco en África. Así de exhaustiva ha sido la investigación de cuatro años del proyecto SALSA (Small farms, small food businesses and sustainable food security) en explotaciones agrícolas pequeñas. Desde 2016, el consorcio del proyecto ha estado entrevistando a propietarios de explotaciones agrícolas pequeñas, cartografiando áreas enteras e identificando las características de sistemas alimentarios centrándose en productos concretos, con una única pregunta en mente: ¿Cuál es la contribución de las explotaciones agrícolas pequeñas a la seguridad alimentaria y nutricional sostenible en una amplia gama de sistemas alimentarios? Esta pregunta ha estado sin respuesta durante mucho tiempo, pues las suposiciones solían prevalecer sobre los datos. «La brecha del conocimiento previa a SALSA era enorme. No sabíamos cuántas explotaciones agrícolas pequeñas había, qué y cuánto producían, adónde iba la producción, quién se beneficiaba, o incluso qué explotaciones agrícolas pequeñas debían seguir existiendo», comenta Teresa Pinto Correia, coordinadora de SALSA y catedrática en el Instituto Mediterráneo de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo (MED) de la Universidad de Évora (Portugal). Para llenar esa brecha del conocimiento, el equipo del proyecto evaluó tres hipótesis: la primera era si las explotaciones agrícolas pequeñas son una fuente relevante de producción sostenible de alimentos; la segunda era si las explotaciones agrícolas pequeñas proporcionan alimentos e ingresos para sí mismas y no solo con fines comerciales; y, por último, si las explotaciones agrícolas pequeñas aumentan la diversidad del sistema alimentario general y de este modo contribuyen a la resiliencia posterior.
Cartografía de las explotaciones agrícolas pequeñas
«Realizamos nuestra investigación centrándonos en el nivel regional, en el que coexisten muchos tipos diferentes de explotaciones agrícolas», explica Pinto Correia. «Nos preguntamos qué sucedía en este o aquel territorio y combinamos métodos sociales y de ciencias puras para obtener estimaciones precisas de la distribución y la producción de las explotaciones agrícolas pequeñas. También logramos una comprensión detallada del sistema alimentario, así como del papel y las condiciones de las explotaciones agrícolas pequeñas». SALSA divide las explotaciones agrícolas pequeñas en cinco subtipos: «proveedores a tiempo parcial», que producen más para el autoabastecimiento que para comercializar (11 % de la muestra); «luchadores convencionales», que heredaron las explotaciones, tienen rentas bajas y dependen en gran medida de la explotación para el consumo de alimentos en el hogar (32 % de la muestra); «empresarios convencionales», que se organizan en cooperativas convencionales para la integración en el mercado (26 % de la muestra); «negocios especializados», que tienen las rentas más altas a través de una producción especializada con un valor añadido elevado (23 % de la muestra); y «negocios diversificados», que son empresarios ricos, nuevos en el campo y muy emprendedores, que tienen una producción y una cartera de compradores diversificadas. También se investigó la contribución de las explotaciones agrícolas pequeñas al sistema alimentario. «Analizamos 109 sistemas alimentarios regionales para productos clave individuales y descubrimos que las explotaciones agrícolas pequeñas contribuyen al sistema alimentario regional de forma parcial con alimentos que nunca llegan al mercado formal. Por otro lado, desde la perspectiva del mercado de alimentos, las explotaciones agrícolas pequeñas contribuyen a la disponibilidad de alimentos en cada región de dos formas: una contribución a la disponibilidad regional, es decir, para los hogares y las comunidades, y una mayor diversidad de tipos y fuentes de alimentos que resulta en una mayor resiliencia», señala Pinto Correia. Una de las dudas que aclara el proyecto está relacionada con si las explotaciones agrícolas pequeñas tienen una importancia real en el esquema más amplio de la agricultura. Y la tienen, como destaca Pinto Correia. «Calculamos que las explotaciones agrícolas pequeñas tendrían el potencial de satisfacer el 100 % de la demanda regional y generar un excedente del 44 % en los 109 sistemas alimentarios de productos regionales analizados, sobre todo en África (71 %) y Europa Meridional (46 %) y Oriental (36 %). En el norte de Europa, las explotaciones agrícolas pequeñas abarcan hasta el 20 % de la demanda regional en el 80 % de los sistemas alimentarios analizados. Este porcentaje inferior podría deberse al reducido número de explotaciones agrícolas pequeñas que estudiamos en esas regiones». Basándose en sus descubrimientos, el equipo del proyecto ha proporcionado un conjunto de recomendaciones políticas cuya difusión continuará a lo largo de los próximos meses. Para lograrlo, identificaron acuerdos de gobernanza relevantes, así como los caminos que deberán recorrer las partes interesadas en el futuro. Esto debería ayudar a las explotaciones agrícolas pequeñas a prosperar, evolucionar y, finalmente, alcanzar su enorme potencial.
Palabras clave
SALSA, explotaciones agrícolas pequeñas, Europa, África, potencial, sistemas alimentarios, resiliencia