Evolución de la fabricación mundial de algodón
La fabricación de algodón ha estado en el centro del comercio mundial durante cientos de años. Se han producido textiles en casi todo el mundo, pero los principales centros de exportación han cambiado de continente varias veces en los últimos doscientos cincuenta años, de Asia a Europa y Estados Unidos, y de vuelta a Asia. Aunque la transformación de esta industria está bien documentada, las razones subyacentes siguen sin quedar claras. Se ha argumentado que la reducción de los costes salariales ha provocado una «carrera a la baja», pero ello no puede explicar por qué la producción textil sobrevivió y prosperó en algunas regiones y períodos de tiempo en detrimento de otras. El equipo del proyecto TextileLab, financiado con fondos europeos, estudió las tendencias macro y microeconómicas de la deslocalización mundial de la producción textil. Un equipo de investigadores dirigido por Elise van Nederveen Meerkerk, catedrática de Historia Económica y Social de la Universidad de Utrecht, investigó hasta qué punto las estrategias de subsistencia de los hogares, la división del trabajo según el sexo y las preferencias locales de consumo influyeron en la fabricación textil en todo el mundo.
Una investigación multimodal de la historia de la fabricación del algodón
El equipo del proyecto TextileLab, que contó con el apoyo de Consejo Europeo de Investigación, utilizó una mezcla de métodos cualitativos y cuantitativos para explorar la relación entre las pautas de consumo y la división del trabajo en la producción textil. Para ello se crearon nuevas bases de datos donde se detallaban los salarios de hombres, mujeres y menores que trabajaban en la industria a lo largo de los años, así como análisis detallados de material de archivo y presupuestos familiares históricos.
Conocer las circunstancias locales
Uno de los principales resultados del proyecto fue que la elección de hombres o mujeres para trabajar en las industrias locales dependía mucho de las oportunidades laborales en la agricultura local. «En vez de argumentos culturales genéricos sobre por qué las mujeres no podrían trabajar en determinados países, las preferencias de los hogares a la hora de enviar a sus hijas, mujeres u hombres a la fábrica eran principales y dependían en gran medida de las condiciones económicas locales», afirma van Nederveen Meerkerk. A través de los diversos proyectos de investigación individuales que integraron TextileLab, entre los que se incluyen estudios de casos en tres continentes, el equipo del proyecto publicó una serie de artículos en revistas con revisión por pares y dos monografías (ambas publicadas por Palgrave Macmillan).
Exploración de perspectivas históricas y actuales
Los resultados también ofrecen lecciones para la división global del trabajo en la actualidad. Durante la pandemia de COVID-19, surgieron patrones relacionados con la producción, el consumo y las elecciones domésticas en la división del trabajo. «En muchos hogares de todo el mundo, mientras el trabajo a domicilio se convertía en la norma, la carga del cuidado de los hijos e hijas, que de repente tampoco podían asistir a la escuela, o de los familiares ancianos, recaía excesivamente en las mujeres», explica van Nederveen Meerkerk. «Ello también afectó a su productividad en el trabajo remunerado». La investigación también indicó que, hasta la segunda mitad del siglo XX, las relaciones coloniales restringieron el desarrollo de los mercados libres, las industrias locales y el crecimiento económico. Sin embargo, al mismo tiempo, los individuos y los hogares tenían hábitos de consumo que las importaciones de productos occidentales no podían satisfacer. Ello supuso oportunidades para las industrias locales más orientadas a los gustos locales y el desarrollo del mercado tanto para la artesanía (África subsahariana, India e Indonesia) como para los productos textiles industriales modernos fabricados localmente (por ejemplo, China e India). «La lección de todo esto es que el consumo local y los mercados nacionales pueden ser una fuente de desarrollo económico para el sur global, aunque las relaciones mundiales poscoloniales tendrían que orientarse hacia ese modelo», añade van Nederveen Meerkerk. «Para ello serían necesarios diferentes acuerdos comerciales internacionales, así como un menor papel de las empresas multinacionales».
Palabras clave
TextileLab, multimodal, investigación, fabricación de algodón, historia, histórico, actualidad, perspectivas