Se necesitan más iniciativas nacionales para proteger los derechos de los trabajadores domésticos
Hay 52,6 millones de trabajadores domésticos en todo el mundo, de los cuales 43 millones son mujeres y 7 millones, niños. El Convenio n.º 189 de la Organización Internacional del Trabajo se puso en marcha en 2011 para proteger los derechos de estos trabajadores domésticos, que se habían dejado de lado durante largo tiempo. Como el Convenio convirtió el trabajo doméstico en una cuestión de gobernanza mundial, desencadenó un sinfín de actividades, tanto a nivel de base como político. En el proyecto DomEQUAL (A Global Approach to Paid Domestic Work and Social Inequalities), apoyado por el Consejo Europeo de Investigación (CEI), se aprovechó esta situación dinámica para llevar a cabo una comparación socioeconómica y jurídica de los trabajadores domésticos en tres continentes: América del Sur, Europa y Asia. Para comprender mejor las condiciones de los trabajadores domésticos y el modo en que se movilizan para defender sus derechos, DomEQUAL adoptó un enfoque intersectorial a fin de explorar la forma en que influyen las identidades sociales y políticas en las experiencias de discriminación y privilegio. «Hallamos que las organizaciones que se movilizan a favor de los derechos de los trabajadores domésticos involucran a una amplia gama de partes interesadas, tales como mujeres con antecedentes socioculturales muy diferentes», explica la investigadora principal, Sabrina Marchetti, de la Universidad Ca' Foscari de Venecia (Italia). «Llamar la atención de amplios segmentos de la sociedad confiere a esos movimientos una poderosa voz política».
Derechos de los trabajadores y feminismo
Los investigadores llevaron a cabo más de doscientas entrevistas en Alemania, Brasil, Colombia, Ecuador, España, India, Italia, Filipinas y Taiwán. Se eligieron estos países por sus diversas experiencias de globalización, sus contextos socioculturales específicos y porque en todos ellos se había experimentado una movilización organizada por los derechos de los trabajadores del hogar. A lo largo de un año de trabajo de campo, los expertos de DomEQUAL entrevistaron a responsables políticos, activistas, sindicalistas, académicos y otros expertos para preguntarles sobre las condiciones de los trabajadores domésticos y los movimientos que tratan de ampliar sus derechos. Un hallazgo clave se refiere a las relaciones entre los trabajadores domésticos y los grupos feministas, entre los cuales se encontraron pocos vínculos. «La ausencia de líneas formales de solidaridad entre ellos fue uno de nuestros resultados más inesperados», añade Marchetti. «Aunque persisten las preguntas sobre la relación entre estos dos movimientos, nunca se habían dado ocasiones de abordarlas a lo largo de una lista de países tan amplia y con tantas fuentes». Como las trabajadoras domésticas están fuertemente influenciadas por las críticas feministas, especialmente en lo que respecta a los roles de género y la labor reproductiva, los investigadores sugieren que unas alianzas más formales pueden allanar el camino para lograr un mayor impacto político.
Contextos sociopolíticos comparativos
Se determinó que los movimientos de los trabajadores domésticos eran más eficaces cuando formaban parte de una transformación social más amplia, como movimientos contra la desigualdad y la discriminación por razón de género o a favor de la justicia social, lo cual es especialmente cierto en el caso de los trabajadores domésticos nacionales, considerados representativos de las minorías de la clase trabajadora merecedora de un ascenso social. Por ejemplo, los investigadores descubrieron que, a principios de la década de 2010 en Brasil, Colombia y Ecuador, los trabajadores domésticos, principalmente mujeres de ascendencia africana y de origen indígena, ampliaron satisfactoriamente los derechos que les confiere la ley. Por el contrario, durante los mismos años, ha resultado más difícil conseguir un avance similar para los trabajadores domésticos en países como Alemania, Italia, España y Taiwán, donde suele tratarse de trabajadores extranjeros y no nacionales del país en que trabajan. En lo que respecta a los estudios de la situación europea, España aún no ha ratificado oficialmente el C189. En Alemania e Italia, donde sí se ha ratificado el C189, a los investigadores les preocupa el hecho de que la ratificación no haya ido seguida de una aplicación efectiva. «Esperamos que nuestro trabajo contribuya a la aplicación de la Resolución del Parlamento Europeo sobre los derechos de las trabajadoras domésticas y las cuidadoras. A pesar de que se han potenciado estos derechos, todavía no reciben el respaldo adecuado de parte de iniciativas nacionales», concluye Marchetti.
Palabras clave
DomEQUAL, trabajadores domésticos, derechos, Organización Internacional del Trabajo, Convenio 189, globalización, intersección, feminista, género, justicia social, desigualdad