Investigación para un mejor diseño de la política energética
La descarbonización del sistema energético es fundamental para que Europa alcance sus objetivos climáticos y de seguridad energética. Estos objetivos están consagrados en el Pacto Verde Europeo, que pretende convertir a Europa en el primer continente del mundo climáticamente neutro de aquí a 2050, y en el paquete paquete de medidas «Objetivo 55», un amplio conjunto de revisiones legislativas concebidas para adaptar las políticas de la Unión Europea (UE) al objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % de aquí a 2030. Como parte de esa labor legislativa, en 2023 se revisó la Directiva de eficiencia energética, aumentando aún más su ambición mediante el establecimiento de objetivos vinculantes más elevados, la promoción de medidas de ahorro energético y el fomento de la inversión en tecnologías y prácticas eficientes desde el punto de vista energético. Para cumplir estos compromisos, debe darse prioridad a la eficiencia energética. El ahorro de energía es la forma más fácil de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que los consumidores ahorran dinero. Medidas sencillas y sin coste alguno, como campañas de concienciación sobre el apagado de luces y aparatos eléctricos, el fomento de medios de transporte alternativos o el ajuste de la temperatura de la calefacción en 1 °C, contribuyeron a lograr importantes reducciones energéticas e demostraron el poder de las soluciones no tecnológicas y conductuales, cuando se aplican a escala y en toda Europa. Por tanto, comprender el comportamiento de los consumidores es esencial para que las políticas sean eficaces. Con el fin de orientar el diseño de políticas y campañas de cambio de comportamiento, pueden emplearse conocimientos útiles de las ciencias del comportamiento y la psicología para estimular comportamientos eficientes desde el punto de vista energético. Los beneficios de la eficiencia energética no se tienen suficientemente en cuenta en la planificación y la toma de decisiones económicas y políticas. Dar prioridad a la eficiencia energética también implica aplicar el principio de «primero, la eficiencia energética», en particular cuando están en juego el suministro de energía o las inversiones en infraestructuras energéticas. En esos casos, los responsables de la toma de decisiones deben tener en cuenta las acciones en materia de eficiencia energética y gestión de la demanda de energía en pie de igualdad con las acciones alternativas para responder a una necesidad u objetivo específicos. Sin embargo, para aplicarlas es necesario comprender mejor la estructura de la demanda energética y los efectos de las medidas de eficiencia energética. Tres dimensiones de este reto se analizaron en recientes convocatorias de propuestas de Horizonte 2020, con el objetivo de hacer más operativo el principio de «primero, la eficiencia energética», sustanciar los aspectos de la demanda en la modelización energética y mejorar la comprensión de los beneficios no energéticos vinculados a la eficiencia energética. Al mismo tiempo, otras convocatorias se centraron en capacitar a los agentes locales para aplicar mejores medidas políticas y campañas de eficiencia energética con el apoyo de científicos especializados en el comportamiento. En este Pack se destacan algunas de las investigaciones que responden a estos retos. El programa Eficiencia Energética de Horizonte 2020 y su sucesor, el subprograma «Transición hacia una Energía Limpia» del programa LIFE, financian una amplia gama de actividades encaminadas a lograr una economía eficiente desde el punto de vista energético, basada en las energías renovables, climáticamente neutra y resiliente. Este Results Pack presenta WHY y NEWTRENDS, proyectos dedicados a sustanciar los aspectos de la demanda en la modelización de la energía. Los proyectos MICAT y REFEREE tenían como objetivo comprender mejor los efectos no energéticos de la eficiencia energética, mientras que los equipo de NUDGE, ENCHANT y EVIDENT trataban de entender los factores principales que impulsan la toma de decisiones en materia de eficiencia energética, y pusieron a prueba intervenciones de eficiencia energética basadas en estos conocimientos sobre el comportamiento. Por último, ODYSSEE-MURE es un proyecto en curso de treinta años de duración en el que se recopila información sobre medidas políticas de eficiencia energética en todos los países de la UE.