Nuevas herramientas y conocimientos para conectar mejor a los ciudadanos con la democracia
Las elecciones al Parlamento Europeo se celebrarán del 6 al 9 de junio de 2024. Serán las décimas elecciones europeas desde las primeras elecciones directas celebradas 1979, y las primeras desde la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Nunca antes como hoy se había puesto tan en entredicho la fortaleza de los sistemas democráticos de Europa, un hecho que demanda encontrar soluciones con urgencia. Europa se enfrenta a una oleada de amenazas que ponen en riesgo sus ideales democráticos: los conflictos, el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania han sembrado la incertidumbre en el continente. El populismo está resurgiendo como respuesta a estas amenazas, alentando a los ciudadanos a alejarse de los ideales paneuropeos y de la democracia liberal para, en su lugar, centrarse en identidades excluyentes e intereses propios. En consecuencia, las políticas que limitan los derechos y libertades de las mujeres, las minorías, los ciudadanos LGBTIQ y los inmigrantes van al alza. Por ello, es perentorio examinar las prácticas de la democracia e identificar cómo se pueden mejorar. Las investigaciones financiadas por el programa Horizonte Europa están contribuyendo a proporcionar respuestas. La confianza es un componente esencial de la democracia. Sin ella, los ciudadanos no pueden participar de forma significativa en el proceso democrático, y los Gobiernos y los organismos reguladores carecen de autoridad moral. En los proyectos EnTrust, PERITIA y TiGRE se examinan distintos elementos de la confianza en la gobernanza. Los resultados de estos proyectos sugieren que fomentar un escepticismo sano respecto a los organismos de gobernanza constituye un pilar básico para una relación responsable entre el ciudadano y el Estado. Aumentar la participación ciudadana en la elaboración de políticas es un paso fundamental para un electorado más comprometido e informado. Los investigadores de los proyectos EUARENAS, EUCOMMEET y DEMOTEC estudian aspectos de la democracia deliberativa y participativa. En este sentido, están desarrollando nuevas herramientas y métodos para aumentar la participación democrática, que incluyen desde los presupuestos participativos a los espacios deliberativos para los ciudadanos. Dando un paso más allá, en el proyecto ISEED se emplean métodos conceptuales y empíricos para ofrecer una guía de buenas prácticas para la participación ciudadana. Los medios de comunicación también tienen una gran importancia en la relación entre los Gobiernos y los ciudadanos. En los proyectos EUMEPLAT y MEDIADELCOM se trata de cuantificar el papel de los medios de comunicación a la hora de promover, o menoscabar, el debate público sobre los asuntos que importan a los ciudadanos. En el proyecto RADICALISATION se investiga la forma en que los extremistas utilizan las campañas de desinformación para radicalizar y reclutar nuevos miembros. Además, se proponen estrategias para prevenir futuros conflictos. En el proyecto EUGenDem se analiza el papel de los grupos políticos parlamentarios en el avance de la igualdad de género, mientras que en el contexto del creciente populismo, en el proyecto LIDD se examina el arma de doble filo de la democracia directa, que ofrece a los ciudadanos una ruta sin intermediarios hacia la formulación de políticas, pero puede eludir las protecciones y el respeto de las garantías procesales. En el proyecto ELECTRUST se revisan los riesgos y beneficios que ofrecen los sistemas de voto por internet, mientras que en el proyecto POLEMIC se examina si apelar a las emociones negativas de los votantes está realmente en alza o, incluso, si es una estrategia satisfactoria. Por último, en el proyecto FASDEM se analizan las trayectorias de los Estados y se pone de relieve que la transición a la democracia liberal no es un destino inevitable ni siempre un punto final estable. Su trabajo advierte de que no se puede dar por sentado lo que tenemos; para que la democracia prevalezca, hay que defenderla.