Cada vez más inteligentes y sostenibles: las ciudades europeas suben de categoría
Bienvenido a la ciudad inteligente: pase sin llamar
Las ciudades han sido la fuerza motriz característica de los avances sociales humanos desde que existen registros históricos. Desde las primeras ciudades en la antigua Sumeria, el Valle del Indo, Roma, Constantinopla y Tenochtitlan, hasta las grandes megápolis actuales (Tokio con 38 millones de habitantes o Yakarta con 30 millones, por citar un par de ejemplos) este tipo de concentración urbana ha sido fundamental para la historia de la humanidad. Las metrópolis funcionan como incubadoras para las innovaciones tecnológicas, del progreso social y económico, y de formas nuevas y en ocasiones radicales de expresión cultural. E incluso aunque el crecimiento de la población de Europa no esté al nivel del resto del planeta, los procesos de urbanización tienen mucha fuerza. Sin embargo, los problemas y desafíos acaban por aparecer cuando aumenta la cantidad de gente que vive congregada, trabaja codo con codo y disfruta del tiempo libre en los mismos espacios urbanos. La contaminación, la basura, los atascos, un decrépito transporte público y una administración y planificación urbanas deficientes son solo algunas de las principales quejas de los habitantes de las ciudades de todo el mundo. Es esencial que estos problemas también se aborden en el contexto de la creciente preocupación mundial por el cambio climático. La tecnología podría afrontar muchos de los desafíos más acuciantes, en particular gracias a los avances en aplicaciones, datos masivos, computación en la nube e Internet de las Cosas. De hecho, cada vez queda más patente que las ciudades no solo tienen que volverse más sostenibles, sino también más «inteligentes». Cabe destacar que estas dos ambiciones pueden complementarse y reforzarse mutuamente, para mejorar así la calidad de vida de sus habitantes y capacitándolos para que puedan participar activamente en las decisiones que afectan a sus vidas. En consecuencia, nuestro número especial de la Revista Research*eu destaca siete proyectos financiados con fondos europeos que han contribuido considerablemente a que la noción de «ciudad digital» pase de ser un planteamiento a una realidad mediante un aumento de la inteligencia y la eficacia en ámbitos como movilidad, gestión de residuos, calidad del aire y participación ciudadana. Una de las tendencias clave de estos proyectos es la enorme cantidad de ciudades europeas en las que se probaron e implementaron sus ideas y propuestas, que después además mantuvieron las administraciones locales. En estos proyectos participaron quince ciudades de todo el continente e incluso de países ajenos a Europa como Japón, lo cual muestra la capacidad fundamental de Europa a la hora de diseñar, implementar y guiar la conformación de las ciudades del futuro. Le animamos a comunicarnos su opinión. Puede remitir preguntas o sugerencias a: editorial@cordis.europa.eu