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Otoliths as metabolic loggers: Examining the physiological basis for climate resilience in wild populations of marine fish

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Unos rastreadores de la condición física de los peces revelan la respuesta a los entornos cambiantes

El cambio climático está propiciando modificaciones en el comportamiento de los peces y en los presupuestos energéticos. Un proyecto financiado con fondos europeos ha utilizado huesos de los oídos de los peces para medir las fluctuaciones de la tasa metabólica relacionadas con la adaptación de las poblaciones de bacalao.

Los peces llevan un registro de su velocidad y orientación en el agua mientras nadan usando estructuras calcificadas, llamadas otolitos, situadas en su oído interno. El carbono, en forma de CO2 y calcio de la sangre, constituye el carbonato cálcico en estos huesos auditivos. El carbono de estos otolitos se encuentra en varias formas (múltiples isótopos), incluido el ligeramente pesado 13C y el más ligero 12C. Financiado con una beca de investigación Marie Skłodowska-Curie, el equipo de investigación de OTOLOG de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) ha demostrado que la composición de los dos isótopos de los otolitos de los peces está correlacionada con el índice metabólico de estos animales. Otolitos: un rastreador de la condición física de los peces Los investigadores se dieron cuenta de que los otolitos de los peces incluyen dos fuentes de carbono en su carbonato cálcico: el carbono tomado del agua en la que los peces nadan y el que proviene de los alimentos que consumen. Estas fuentes tienen diferentes proporciones de isótopos de carbono pesado y ligero. Según explica el profesor Peter Grønkjær, del Departamento de Biociencia de la Universidad de Aarhus: «Asociamos las variaciones del carbono con el metabolismo de los peces. Cuando el metabolismo de los peces aumenta al nadar en aguas cálidas o es más activo, quema más alimentos y la proporción de carbono proveniente de los alimentos en los otolitos aumenta. De la misma manera que un rastreador de condición física, hacen un seguimiento y almacenan información sobre el nivel de condición física de los peces». Una valiosa fuente de datos Los otolitos conservan su composición isotópica de carbono incluso después de la muerte del pez. Mediante el análisis del valor isotópico del carbono en cada anillo de crecimiento, los investigadores pueden determinar cómo las variaciones estacionales de temperatura, alimentación y comportamiento del pez afectaron a su metabolismo. «Nuestro nuevo descubrimiento será la clave de una valiosa fuente de nueva información», dice el doctor Ming-Tsung Chung, investigador del equipo y responsable de los datos publicados en la revista «Communications Biology» de «Nature Research». Anteriormente, la investigación se basaba en montajes experimentales artificiales en el laboratorio y en modelos teóricos del metabolismo de los peces, lo que hacía imposible la simulación de las condiciones naturales. El profesor Grønkjær informa: «Ahora podemos medir y comprender cómo los peces se ven afectados y se adaptan a los cambios en el medio ambiente y a la tasa de ingesta de alimentos necesaria para tener suficiente energía para nadar, crecer y reproducirse. Podemos desarrollar modelos mucho mejores para ilustrar lo que les sucede a los peces cuando el medio ambiente cambia». La pesca de información en el siglo XIX Los investigadores habían comenzado a considerar los anillos de otolitos como indicadores de crecimiento ya en la década de 1890. Almacenados en pequeñas bolsas de papel marrón en los archivos de las instituciones de investigación, estos mismos otolitos ahora pueden proporcionar una nueva e importante perspectiva de la vida de los peces. Además, se pueden encontrar otolitos muy antiguos en yacimientos de cocinas o en antiguos vertederos de basura. Aunque estos otolitos tienen varios miles de años de antigüedad, aún contienen una señal de carbono que revela el metabolismo de los peces. El grupo de investigación del profesor Grønkjær ya ha iniciado el análisis de los otolitos del bacalao de Groenlandia, disponibles en una serie ininterrumpida desde 1926. Esperamos que puedan proporcionar otra pieza importante para descifrar el desconcertante medio ambiente marino dentro de unos años. Una ventaja inesperada: «tendremos un mejor conocimiento de lo que sucederá con las diferentes poblaciones de peces cuando el mar se caliente», concluye el profesor Grønkjær. Esto podría ayudar a predecir la resiliencia climática de los peces.

Palabras clave

OTOLOG, peces, otolito, carbono, metabolismo, isótopo, energía, bacalao, cambio climático

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