Las enfermedades alérgicas muerden el polvo
Las vacunas genéticas o de ADN han ganado aceptación como potentes medios de proporcionar inmunidad protectora contra los agentes infecciosos a todas las especies, desde peces hasta primates. Como respuesta al aumento de las enfermedades alérgicas, las investigaciones sobre ADN plasmídicos que codifican las proteínas de los alérgenos prometen aliviar el sufrimiento de los que padecen enfermedades alérgicas como el asma. Los científicos del proyecto europeo ALLDNAVAC centraron su labor en investigar la manera en que las vacunas que codifican alérgenos modulan los mecanismos inmunológicos. Tomaron como objetivos dos causas de alergia, probablemente las más comunes: los ácaros del polvo doméstico y el polen de la parietaria, una planta con flores de amplia distribución. Los problemas de alergia humanos se caracterizan por la proliferación de linfocitos T cooperadores de tipo 2 (Th2) y linfocitos B, dos tipos de células importantes en las reacciones inmunes. Pero a la vez, estas células pueden constituir una parte importante de la respuesta inflamatoria alérgica. Los socios del proyecto trabajaron en el diseño y la evaluación de vacunas de ADN novedosas en términos de su capacidad para inhibir las respuestas alérgicas mediadas por los linfocitos Th2. En Italia, el equipo de Novartis Vaccines & Diagnostics S.r.l. trabajó específicamente en un plásmido recombinante de ADN desarrollado dentro de la empresa. El vector plasmídico utilizado fue el pCMV, denominado así debido al componente (promotor) del citomegalovirus (CMV) que contiene. El constructo resultante fue el pCMVDerp1 cyt que contiene el gen Derp1 de los ácaros del polvo doméstico. Los investigadores descubrieron que el gen Derp1 era codificado en las células transfectadas transitoriamente in vitro. Una modificación práctica fue que el gen Derp1 se clonó en una posición inmediatamente posterior al promotor del CMV. Esto impidió la secreción de la proteína Derp1 y la mantuvo en el citoplasma de la célula. Investigaciones ulteriores sobre este plásmico recombinante permitirán estudiar a fondo la capacidad del plásmido para desencadenar una respuesta inmune y servir de base para vacunas de ADN.