Reducción de las infecciones nosocomiales: es mejor prevenir que curar
¿Qué se puede hacer para minimizar la propagación de las infecciones en los hospitales y en instalaciones de cuidados de larga duración? Un nuevo estudio respaldado por el proyecto PrIMAVeRa, financiado con fondos europeos y de la industria, revela que la clave es centrarse en los denominados «supercontactadores», que son el personal de enfermería y los pacientes que entran en contacto con un número de personas vulnerables desproporcionadamente elevado. Según el estudio, las intervenciones concentradas en estos supercontactadores pueden contribuir al control de las infecciones y disminuir la propagación de las enfermedades infecciosas en los centros de atención sanitaria. Los hospitales y las instalaciones de cuidados de larga duración son focos de biodiversidad para la propagación de bacterias y virus. De hecho, la transmisión de patógenos como el «Staphylococcus aureus» resistente a la meticilina (SARM) depende en gran medida de la frecuencia y la naturaleza del contacto entre pacientes y personal. Los investigadores intentaron investigar, con la combinación de modelización matemática y datos de las interacciones muy próximas en los entornos sanitarios, hasta qué punto el conocimiento de la red de contactos puede ayudar a identificar las intervenciones que reducen eficazmente la colonización de SARM.
Apagar el fuego antes de que prenda
Las personas colonizadas por SARM son más propensas a ser infectadas por el patógeno, el cual es difícil de tratar con antibióticos. El autor principal del estudio, el Dr. Quentin Leclerc, del Instituto Pasteur (Francia), socio del proyecto PrIMAVeRa, explica en un comunicado de prensa de «EurekAlert!»: «Al prevenir la colonización reducimos el riesgo de infección. Básicamente, es mejor prevenir el fuego incluso antes de que prenda en un primer momento, en lugar de tener que apagarlo más tarde». Gracias a un extenso estudio de simulación, el equipo de investigación examinó el posible efecto de tres intervenciones diferentes en la incidencia de la colonización de SARM. La primera fue la reubicación del personal, lo que supuso la disminución del número de pacientes con el que cada miembro del personal entraba en contacto. La segunda implicaba precauciones de contacto reforzadas, como llevar guantes o un mejor cumplimiento de la higiene de manos, que disminuyeron la transmisión del paciente al personal y del personal al paciente. La tercera intervención fue la vacunación para proporcionar a las personas una protección parcial contra la bacteria SARM. La simulación reveló que las intervenciones podían dar mejores resultados si se enfocaban al personal de enfermería y a los pacientes supercontactadores. Los autores afirman en el estudio: «Esto incluye tanto a los supercontactadores basados en la frecuencia (con los números más altos de contactos únicos) como a los supercontactadores basados en la duración (con el tiempo acumulado más prolongado en contacto)». Si bien se constató que la reubicación del todo el personal redujo las tasas de colonización en hasta un 40 %, centrarse solo en los 180 miembros del personal de enfermería (de los 236 miembros del personal incluidos en el estudio) logró un 30 % de reducción. Sorprendentemente, las precauciones de contacto reforzadas enfocadas solo a los 180 miembros del personal de enfermería fueron más eficaces aún que la reubicación de todo el personal, con una reducción del 45 % de las tasas de colonización de SARM. Con respecto a la vacunación, la estrategia más eficaz fue vacunar a los supercontactadores basados en la duración, lo que redujo la tasa de colonización en un 23 %. El Dr. Leclerc comenta en el comunicado de prensa: «Aunque este estudio se centró en el SARM, las redes de contacto personal-paciente en los hospitales y otras instalaciones de cuidados de larga duración también tienen un papel clave en la transmisión de otras enfermedades, como la COVID-19 y la gripe. Por lo tanto, la identificación de los supercontactadores en diferentes entornos sanitarios mejoraría sustancialmente las intervenciones para detener la propagación de enfermedades infecciosas. Para aclarar esto, tenemos previsto repetir este trabajo con otros patógenos en diferentes instituciones sanitarias». PrIMAVeRa (Predicting the Impact of Monoclonal Antibodies & Vaccines on Antimicrobial Resistance) está financiado por la Iniciativa de Medicamentos Innovadores, una asociación entre la UE y la industria farmacéutica europea. El proyecto finaliza en 2026. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto PrIMAVeRa
Palabras clave
PrIMAVeRa, hospital, paciente, personal de enfermería, atención sanitaria, supercontactador, «Staphylococcus aureus», SARM, enfermedad infecciosa, instalaciones de cuidados de larga duración