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El lado oscuro del tratamiento de la COVID-19 con anticuerpos monoclonales

El tratamiento con anticuerpos monoclonales (AcM) podría causar mutaciones del coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 (SARS-CoV-2), según investigadores respaldados por la Unión Europea.

Un nuevo estudio llevado a cabo en el marco del proyecto ORCHESTRA, financiado con fondos europeos, ha proporcionados nuevos conocimientos sobre el tratamiento con AcM de las infecciones por COVID-19. La investigación, publicada en «The Journal of Clinical Investigation», revela que los pacientes tratados con diferentes AcM pueden desarrollar mutaciones del SARS-CoV-2 en determinados casos. Los científicos diseñaron una puntuación que identifica a los pacientes con alto riesgo de desarrollar mutaciones debido al tratamiento con AcM. Los AcM son proteínas fabricadas en laboratorio y diseñadas para actuar como anticuerpos humanos del sistema inmunitario y atacar células no deseadas. Ofrecen una opción terapéutica para pacientes sometidos a tratamientos antineoplásicos y otras personas con un sistema inmunitario debilitado que presentan un alto riesgo de desarrollar COVID-19 grave, así como para quienes la vacunación no ofrece protección suficiente. Sin embargo, como se informa en la noticia publicada en el sitio web de la Universidad de Amberes (Bélgica), socia del proyecto ORCHESTRA, los científicos «han descubierto ahora que el tratamiento con AcM conlleva un grave inconveniente: el SARS-CoV-2 muta como respuesta a la presión inmunitaria creada por el tratamiento con AcM junto con las respuestas inmunitarias del hospedador». Esta reacción también significa que el virus puede desarrollar resistencia a los AcM, de forma similar a la aparición de la resistencia a los tratamientos con antibióticos en las infecciones bacterianas».

Mutaciones rápidas

En un ensayo clínico llevado a cabo en la Universidad de Verona (Italia), entidad coordinadora del proyecto ORCHESTRA, el equipo recogió muestras biológicas de pacientes con COVID-19 de alto riesgo tratados con diversos AcM. A continuación, el equipo de investigación de la Universidad de Amberes efectuó un análisis de variantes víricas, el cual «demostró que aproximadamente el 8 % de los pacientes tratados con AcM desarrollaron mutaciones resistentes en las espículas de SARS-CoV-2 con notable rapidez y alta especificidad para los sitios de unión a los que se dirige el AcM». Además, aunque la mayoría de los pacientes eliminaron de forma gradual el virus, los que tenían sistemas inmunitarios debilitados «presentaron cargas víricas significativamente más elevadas durante períodos prolongados y tuvieron tres veces más probabilidades de desarrollar mutaciones resistentes de SARS-CoV-2». El autor principal del estudio, el catedrático de la Universidad de Amberes Samir Kumar-Singh comenta en la misma noticia: «Fue interesante ver que no solo la capacidad neutralizante de los AcM y la inmunidad del hospedador, sino también las respuestas de curación del hospedador desempeñaban un papel crucial en el desarrollo de mutantes resistentes de SARS-CoV-2». Los investigadores crearon asimismo un índice que identifica a los pacientes que presentan un alto riesgo de desarrollar mutaciones resistentes al tratamiento con AcM. Dicho índice, que tiene una precisión superior al 96 %, utiliza una combinación de biomarcadores inmunitarios circulantes y relacionados con factores de crecimiento (CIB, por sus siglas en inglés) medidos en sangre en el primer contacto con el paciente antes del tratamiento con AcM. El índice CIB podría reducir el riesgo de fracaso de los tratamientos con AcM al ayudar a los médicos a determinar si otras opciones terapéuticas, como los tratamientos antivíricos y el plasma de convaleciente, podrían ser más eficaces. El índice es útil incluso si los pacientes ya se han sometido al tratamiento con AcM, según la noticia, ya que «conocer este índice CIB todavía puede mejorar las estrategias de mitigación para evitar la posible propagación de mutantes resistentes de SARS-CoV-2, sobre todo en individuos de alto riesgo en el mismo entorno clínico o de contacto cercano». Evelina Tacconelli, catedrática de la Universidad de Verona y coordinadora del proyecto ORCHESTRA (Connecting European Cohorts to Increase Common and Effective Response to SARS-CoV-2 Pandemic: ORCHESTRA), concluye: «El estudio aporta datos innovadores para seleccionar a los pacientes de alto riesgo para un tratamiento precoz. Creemos que esto reducirá no solo la letalidad de la COVID19, sino también la COVID persistente». Para más información, consulte: Sitio web del proyecto

Palabras clave

ORCHESTRA, COVID-19, SARS-CoV-2, mutación, anticuerpo monoclonal, AcM

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