Películas de envasado de origen biológico vanguardistas
Los envases son responsables de generar la mitad de los residuos plásticos del mundo, de los cuales solo un 9 % se recicla y el resto acaba en vertederos o incineradoras, provocando así la contaminación del medio ambiente. Las películas para laminado y envasado son muy difíciles de reciclar debido a la composición de su plástico. Y, dado que la mayoría se destina a un solo uso, estas aumentan de forma considerable la contaminación por plásticos. En el proyecto FOIL’ON, auspiciado por LAM’ON, se desarrolló una alternativa bioplástica innovadora que ofrece la misma funcionalidad que las películas convencionales para laminado y envasado pero sin los nefastos impactos ambientales que estas tienen. Gergana Stancheva, coordinadora del proyecto, comenta: «Nuestras soluciones, fabricadas con recursos renovables de origen biológico, se transforman de forma natural en compost cuando se desechan; y nuestra producción utiliza la mitad de la energía que se necesita normalmente para la extrusión de películas».
Desplegar la línea de productos biodegradables
El componente clave de las soluciones de envasado de FOIL’ON es el ácido poliláctico: un biopolímero procedente del almidón de maíz. El equipo lo mezcló con otros aditivos de origen biológico para desarrollar dos líneas de productos: LAM’ON, para películas de laminado, y PACK’ON, para películas de envasado. «Descubrimos que optimizar la película de bioplástico para laminado era dificilísimo, así que mientras hemos seguido trabajando en ello, también hemos comercializado en el mercado europeo dos productos de película para envasado: PACK’ON Classic y PACK’ON Shrink», comenta Stancheva. La película PACK’ON Classic es un producto polivalente, diseñado para envolver desde productos frescos o cosméticos hasta prendas de vestir y aparatos electrónicos, mientras que PACK’ON Shrink está orientado a asegurar los multienvases. Las dos películas se probaron a fin de evaluar su rendimiento y características como, por ejemplo, la resistencia a la tracción, la flexibilidad, la durabilidad y la opacidad. También se efectuaron evaluaciones del ciclo de vida (que tienen en cuenta las materias primas, la producción, el transporte y las opciones al final de la vida útil) en laboratorios independientes acreditados, para determinar la biodegradabilidad, el impacto ambiental y el cumplimiento de las normas internacionales de sostenibilidad. El equipo descubrió que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de PACK’ON Classic rondaban los 1,682 kg de dióxido de carbono equivalente (CO2e), frente a los 4,076 kg de CO2e de las películas tradicionales de tereftalato de polietileno o los 3,690 kg de CO2e de las de polipropileno. También se reveló que PACK’ON Shrink era mejor que sus competidores, con unas emisiones de GEI de 2,707 kg de CO2e, frente a los 3,573 kg de CO2e de las películas de polietileno de baja densidad o los 3,064 kg de CO2e de las versiones de polietileno de alta densidad. «Nuestros productos se pueden fabricar en las cadenas de producción convencionales de envases, lo cual significa que no hay costes adicionales de maquinaria ni de reciclaje profesional», agrega Angela Ivanova, responsable financiera de LAM’ON. Las instalaciones de producción de la empresa en Sofía albergan el equipo necesario para continuar desarrollando y probando prototipos, además de fabricar más líneas de productos para su validación en condiciones reales con la ayuda de empresas de envasado y marcas líderes. «Dado que la investigación y el desarrollo generan inevitablemente residuos, también compramos equipos para reciclar las láminas y volver a convertirlas en gránulos para su uso ulterior», señala Stancheva.
La próxima era de los bioplásticos
El endurecimiento de las normas Unión Europea (UE) sobre los envases de plástico de un solo uso hará que las empresas quieran optar cada vez más por soluciones recicladas o compostables. «Como todos nuestros productos pueden compostarse o reciclarse como bioplásticos, estamos bien posicionados para el aumento de la demanda que supondrá separar los bioplásticos en un flujo de residuos distinto», observa Ivanova. LAM’ON se centra ahora en el desarrollo de una película de barrera para el envasado de alimentos, complementado con otro biodegradable marino, apto para diversas aplicaciones. Mientras tanto, el equipo seguirá mejorando la formulación de LAM’ON, la película para laminación, con miras a comercializar el producto a finales de 2025. La empresa se dirige actualmente al mercado de la UE y su objetivo es duplicar la capacidad de producción de PACK’ON de aquí a finales de 2025 para el producto esté disponible en toda Europa, con una expansión a Asia y Norteamérica prevista para 2026.
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