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La ciudad sostenible del futuro es compacta

¿Qué tipo de ciudades tiene Europa y cuáles son mejores en términos de salud humana, medio ambiente y emisiones de carbono? En un nuevo estudio respaldado por la Unión Europea se investiga este tema.

En un mundo en rápida urbanización como el actual, ¿cómo podemos crear entornos urbanos saludables y sostenibles? En busca de una respuesta, los investigadores del proyecto UBDPOLICY, financiado con fondos europeos, identificaron cuatro configuraciones urbanas básicas en Europa y compararon parámetros como la calidad del aire, la mortalidad y las emisiones, con resultados sorprendentes. Sus conclusiones se publicaron en «The Lancet Planetary Health». Los cuatro tipos de ciudad identificados en el continente europeo fueron las ciudades compactas de densidad alta, las ciudades abiertas de altura baja y densidad media, las ciudades abiertas de altura baja y densidad baja y las ciudades verdes de densidad baja. Tras estudiar dichas ciudades, los investigadores descubrieron, como era de esperar, que las ciudades europeas compactas y de densidad alta tienden a tener peor calidad del aire, menor disponibilidad de zonas verdes, mayores tasas de mortalidad y un mayor efecto de isla de calor urbano en comparación con las ciudades menos densas. Sin embargo, curiosamente, sus emisiones de carbono per cápita fueron considerablemente inferiores a las de las ciudades verdes de densidad baja.

El modelo del futuro y sus retos

Con sus pequeñas superficies y altas densidades de población, las ciudades compactas de alta densidad alta, como Milán y París, tienen en conjunto el mayor número de habitantes de Europa. Como se explica en una reciente noticia en EurekAlert! facilitada por la entidad coordinadora del proyecto UBDPOLICY, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), las redes de transporte público densas y las infraestructuras para ciclistas y peatones de estas ciudades facilitan la movilidad de corta distancia. Por ello, las ciudades compactas se consideran el mejor modelo teórico para promover ciudades más sanas y sostenibles. «Tras analizar más de novecientas ciudades europeas, creemos que, tal y como apuntan los datos publicados y los expertos, la ciudad compacta puede seguir siendo el modelo del futuro, pero en su configuración actual muestran una calidad ambiental baja y necesitan superar importantes retos —señala la coautora del estudio e investigadora de ISGlobal Tamara Iungman—. La posibilidad de reducir la dependencia del automóvil, la accesibilidad a pie o el acceso a los servicios y las oportunidades de interacción social son claras ventajas del modelo de ciudad compacta. Sin embargo, las ciudades compactas siguen mostrando una presencia del transporte motorizado elevada y una clara falta de espacios verdes». Entre los cuatro tipos de ciudades, las compactas de densidad alta y las abiertas de altura baja y densidad media presentan los mayores flujos de tráfico motorizado, lo que conlleva una mayor exposición a la contaminación atmosférica y un efecto isla de calor urbano más acusado. En consecuencia, estas ciudades también tienen las tasas de mortalidad más elevadas. Sin embargo, la ventaja de concentrar personas y servicios en un espacio más reducido es una mayor eficiencia energética, por lo que las ciudades compactas son también el tipo de urbes con menos emisiones de CO2 per cápita. Tal y como concluye el autor principal del estudio Mark Nieuwenhuijsen, de ISGlobal: «Debemos aprovechar el potencial de nuestras ciudades compactas a través de modelos innovadores, como supermanzanas, barrios con poco tráfico o sin coches, incorporando alternativas como soluciones basadas en la naturaleza, incluida la plantación de árboles y tejados y fachadas verdes. Es esencial reducir el uso del coche y apostar aún más por el transporte activo y público. Por supuesto, no existe una solución única para todas las ciudades. Cada ciudad debe realizar estudios específicos en función de sus propias características y diseñar una solución según las necesidades para encontrar el modelo óptimo en términos de salud, calidad ambiental y huella de carbono». El proyecto UBDPOLICY (THE URBAN BURDEN OF DISEASE ESTIMATION FOR POLICY MAKING) finaliza en 2026. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto UBDPOLICY

Palabras clave

UBDPOLICY, ciudad, urbano, ciudades de densidad alta, calidad del aire, mortalidad, emisiones, efecto isla de calor

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