Nuevas herramientas para afrontar el calor extremo en zonas urbanas conflictivas
Cada vez son más frecuentes e intensas las temperaturas que baten récords. Más de 1 700 millones de personas en todo el mundo están en peligro, según el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea. Añaden que alrededor de la mitad de las ciudades del mundo han padecido un aumento de la exposición al calor en las últimas cuatro décadas. Ello repercute en la salud pública, la productividad laboral y las infraestructuras. Un artículo en la revista «The Lancet» publicado por el proyecto EARLY-ADAPT sostiene que más del 4 % de la mortalidad estival en las ciudades europeas es atribuible a las islas de calor urbana (ICU). Ocurre cuando los desarrollos urbanos modifican las propiedades térmicas y radiativas de los paisajes naturales. Ello puede tener diversos efectos negativos, como el aumento del calor y la acumulación de contaminantes. «El proyecto CityCLIM reunió diversas fuentes de datos para desarrollar servicios y apoyar estrategias de mitigación y adaptación para afrontar el impacto de las ICU y otros peligros relacionados con el cambio climático», afirma Stephan Holsten, coordinador del proyecto CityCLIM y responsable del Departamento de Misiones y Aplicaciones de Observación de la Tierra en OHB System (Alemania). Para ello, el equipo del proyecto estableció estudios piloto en Karlsruhe, Luxemburgo, Salónica y Valencia. Los servicios resultantes se desarrollaron directamente según las necesidades de las ciudades afectadas, resolviendo las carencias existentes y apoyando la aplicación práctica de las soluciones desarrolladas en el marco del proyecto.
Desarrollar una imagen clara del impacto de las ICU en ciudades piloto
El proyecto utilizó datos de estaciones de sensores situadas en las ciudades y sus alrededores, que medían la temperatura, las precipitaciones, la humedad y los indicadores de contaminación. Las estaciones profesionales se complementaron con los datos de estaciones meteorológicas de científicos ciudadanos, como sensores móviles en bicicletas, y otras fuentes locales de recogida de datos. Ello se combinó con un modelo meteorológico urbano operativo de cien metros de resolución que proporcionaba previsiones meteorológicas para las ciudades. Además, se usaron datos de observación de la Tierra, que miden las temperaturas de la superficie desde un satélite. Ello se complementó con la identificación de los materiales de la superficie y con datos ópticos que mostraban el verdor actual de la vegetación. «Analizamos la información recibida y desarrollamos servicios que están disponibles en una plataforma climática urbana basada en la nube. Es escalable y está estructurado de tal manera que puede ampliarse a otras aplicaciones distintas del calor urbano», explica Holsten.
Capacitar a residentes y planificadores para afrontar el impacto de las ICU
El equipo produjo varios resultados, entre ellos el servicio de identificación de la isla de calor para los residentes. Se aplica un modelo meteorológico urbano mejorado y se predice la ocurrencia de temperaturas extremas en toda la zona de la ciudad. Ello significa que los ciudadanos vulnerables pueden evitar los lugares que vayan a ser muy calurosos, o prepararse para tomar medidas que mitiguen el impacto. Para los urbanistas, el equipo creó varias herramientas, entre ellas el servicio de simulación y mitigación de la isla de calor, que permite a los usuarios modificar la estructura urbana, por ejemplo pavimentando una zona verde. A continuación, el servicio muestra el consiguiente impacto en los niveles de calor urbano. «Esta herramienta se ha desarrollado específicamente para ayudar a las administraciones municipales a encontrar las mejores opciones para mitigar el calor urbano y adaptarse», añade Holsten. Ante la pregunta de cuál es el resultado del proyecto del que se siente más orgulloso, Holsten responde que la diversidad de los servicios desarrollados: «CityCLIM ha conseguido reunir diversas fuentes de datos para ofrecer servicios climáticos urbanos y herramientas que ayuden a las ciudades a afrontar el calor. Las soluciones se ajustan perfectamente a las necesidades de las partes interesadas, son escalables y pueden transferirse a otras ciudades».
Palabras clave
CityCLIM, islas urbanas de calor, ciudades, cambio climático, calor extremo, urbanistas, residentes