Cartografía mundial de los hongos a partir de muestras de aire
En un estudio mundial apoyado por los proyectos financiados con fondos europeos LIFEPLAN e INTERACT se utilizó la secuenciación del ADN para identificar los hongos de las muestras de aire recogidas en todo el mundo. En el estudio se revela información pionera sobre cómo afectan los factores climáticos y evolutivos a la aparición y variación estacional de los hongos conocidos y desconocidos. «Este conocimiento es esencial no sólo para comprender dónde y cuándo prosperan las diferentes especies de hongos, sino también para predecir su destino bajo el cambio mundial en curso», afirma la doctora y autora principal del estudio, Nerea Abrego, de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia), coordinadora del proyecto LIFEPLAN, en una noticia publicada en el sitio web de la universidad. En la actualidad, los científicos sólo conocen una ínfima parte de las especies de hongos de nuestro planeta. Obtener más información sobre los hongos ayudaría a los científicos a conocer mejor el medio ambiente y las formas de preservar la decreciente diversidad de la naturaleza.
Un tesoro en el aire
Resulta que la clave para cartografiar la biodiversidad estuvo a nuestro alrededor todo el tiempo. «El aire es un verdadero tesoro para la investigación de la naturaleza», señala el Dr. Abrego. «Está lleno de ADN de las plantas, los hongos, las bacterias, los insectos, los mamíferos y otros organismos». El equipo de investigación multidisciplinar se centra en el desarrollo de métodos de modelización estadística, bioinformática e IA para utilizar nuevos tipos de datos sobre biodiversidad con el fin de realizar previsiones precisas. Los científicos utilizaron el ADN aéreo de muestras recogidas en cuarenta y siete lugares de todo el mundo para identificar los hongos. «Hay más de [sic] millones de especies de insectos en las muestras ya recogidas, lo que supone muchas más especies de las descritas por la ciencia hasta ahora», observa Otso Ovaskainen, catedrático también de la Universidad de Jyväskylä. «El gran tamaño del conjunto de datos dificulta el análisis. Tenemos más de cien años de sonido, millones de imágenes de cámaras trampa y miles de millones de secuencias de ADN». Casi todos los hongos se propagan, al menos parcialmente, por el aire. Por este motivo, el análisis de los investigadores no se limitó a los boletes y las rúsulas, sino que se extendió a otros hongos como los líquenes, los hongos de estante, los mohos y las levaduras. «Un tema especialmente interesante para las futuras investigaciones es una revisión más detallada de las secuencias de los hongos que son importantes para el ser humano», señala Abrego. «Entre ellas se incluyen las enfermedades fúngicas de los humanos, los cultivos y los animales de producción, así como los hongos que indican el avance de la pérdida de naturaleza y el debilitamiento de los procesos naturales de los ecosistemas». Ovaskainen cree que esta nueva forma de muestreo de la biodiversidad esbozada en el estudio apoyado por los proyectos LIFEPLAN (A Planetary Inventory of Life - a New Synthesis Built on Big Data Combined with Novel Statistical Methods) e INTERACT (International Network for Terrestrial Research and Monitoring in the Arctic) revolucionará la vigilancia biológica y las previsiones sobre biodiversidad en los próximos años. Para más información, consulte: Página web del proyecto LIFEPLAN Página web del proyecto INTERACT
Palabras clave
LIFEPLAN, INTERACT, hongo, aire, biodiversidad, ADN