Transformar suelos viejos en nuevos
A medida que Europa transita hacia una economía circular, también debe hacerlo el sector de la edificación y la construcción. «Al adoptar una economía circular, el sector de la construcción puede obtener más valor de los activos existentes y, al mismo tiempo, mantener los recursos y materiales valiosos en la economía y fuera de los vertederos», afirma Martin Schlummer, investigador del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Procesos y Embalaje IVV. A diferencia del método «producir, usar y desechar» de una economía lineal, una economía circular busca «reutilizar, reciclar y refabricar», donde la eliminación es el último recurso. Por desgracia, algunos materiales de construcción antiguos no se diseñaron pensando en el reciclaje. Por ejemplo, el PVC blando, un material plastificado que se utiliza desde hace tiempo en los suelos. Dado que este material puede contener diversas sustancias químicas que eran legalmente aceptadas en el momento de su producción, pero que hoy están fuertemente reguladas, su reciclaje puede ser todo un reto, si no imposible. «Para reciclar estos suelos al final de su vida útil, primero tenemos que eliminar los plastificantes del PVC, e incluso entonces solo podemos reciclar ese PVC si conseguimos reducir la carga de ftalatos del 10-20 % hasta concentraciones inferiores a unas 1 000 ppm», explica Schlummer. En consecuencia, los suelos de PVC posconsumo no se reciclan, sino que se depositan en vertederos o se incineran. Pero esto podría cambiar pronto, gracias en parte a un innovador proceso de reciclaje desarrollado por el equipo del proyecto financiado con fondos europeos CIRCULAR FLOORING. «Nuestro objetivo era probar y ampliar una tecnología de reciclaje físico para eliminar los plastificantes y reciclarlos en alternativas no tóxicas», añade Schlummer, coordinador del proyecto.
Del revestimiento al suelo circular
El proceso comienza con la recogida de los residuos de revestimientos de suelos y su trituración en partículas más pequeñas. A continuación, estas partículas se tratan con una solución especial que separa el PVC de los plastificantes. Luego, los compuestos plastificantes se desactivan mediante hidrogenación catalítica. Posteriormente, estos compuestos pueden reciclarse en alternativas que cumplen con la normativa REACH, como el éster diisononílico del ácido 1,2-ciclohexanodicarboxílico (DINCH), un plastificante utilizado en la producción de plásticos flexibles. Mientras tanto, el PVC recuperado se mejora mediante aditivos adaptados, momento en el que puede reutilizarse para nuevos revestimientos de suelos y revenderse en el mercado. Todo el proceso se demostró con éxito en una nueva planta técnica de última generación situada en las instalaciones de Fraunhofer. «Los productos para suelos circulares que se fabrican en esta planta ya se han integrado en nuevos suelos de PVC con muy buenas propiedades», señala Schlummer.
Ya es posible reciclar los suelos de PVC al final de su vida útil
En el proyecto se demostró claramente que el PVC al final de su vida útil que contiene aditivos heredados, como plastificantes, ya no tiene por qué excluirse del reciclaje. «Al permitir una recuperación de recursos sostenible y holística a escala tecnológica, el equipo del proyecto CIRCULAR FLOORING está ayudando al sector de la construcción a cerrar el círculo», concluye Schlummer. En la actualidad, el equipo del proyecto busca socios para ampliar y comercializar la tecnología, ya sean inversores u operadores. También está en conversaciones con proveedores de PVC interesados en la tecnología como un complemento nuevo para integrar la resina reciclada en su propia cartera de productos.
Palabras clave
CIRCULAR FLOORING, suelos de PVC, reciclaje, economía circular, edificación y construcción, refabricar, reciclar
