Capítulo 3 - Protección medioambiental
El impacto medioambiental del transporte acúatico no se limita a las emisiones de carbono. El sector también produce altos niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre (SO2), además de otros contaminantes atmosféricos como las partículas. Dado que muchos puertos están situados dentro o cerca de zonas urbanas importantes, esta contaminación puede tener un impacto directo en la salud y el bienestar de los ciudadanos. También puede dañar árboles y plantas, así como inhibir el crecimiento vegetal y dañar ecosistemas y cursos de agua sensibles. Para contribuir a resolver el problema de la contaminación del transporte marítimo contamos con CLINSH. El equipo del proyecto utiliza una combinación de tecnología, combustibles alternativos y suministro de energía en tierra para que la flota europea de navegación por aguas interiores sea más limpia y ecológica. Según el proyecto, sus soluciones pueden reducir las emisiones de NOx y partículas de un buque en un 25 % y un 69 %, respectivamente.
Afrontar los impactos por encima y por debajo de la superficie
El impacto ambiental del transporte acúatico no solo se percibe por encima del agua, sino que también debemos tener en cuenta lo que ocurre por debajo de ella. La Agencia Europea de Medio Ambiente calcula que el sector es responsable de la mitad de todas las especies no autóctonas introducidas en los mares europeos desde 1949. Además, cada año miles de cetáceos, incluidas ballenas y delfines, mueren por colisiones mortales con cargueros y otros buques. En el proyecto SEADETECT se trabaja para reducir este riesgo. El equipo ha desarrollado un sistema a bordo que permite a un buque detectar grandes cetáceos en un radio de 1 km, lo cual le proporciona tiempo suficiente para cambiar de rumbo y evitar una colisión. Se espera que el sistema salve al menos cien ballenas y delfines cada año.
Transbordador de alta velocidad sin emisiones
Aunque existen muchas iniciativas para reducir las emisiones de carbono del transporte acúatico, el equipo del proyecto TECOW pretende reducirlas a cero. Por eso, ha estrenado en Estocolmo el primer transbordador de alta velocidad sin emisiones del mundo. El buque completamente eléctrico, que puede funcionar con baterías o pilas de combustible de hidrógeno, consume la mitad de energía que un transbordador convencional, sin renunciar a las prestaciones. Al ayudar al sector a reducir las emisiones de carbono, la contaminación por partículas y el impacto en la vida marina, este tipo de proyectos pueden mejorar aún más las credenciales medioambientales del sector.