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Científicos húngaros descubren un nuevo tipo de dinosauro en Europa

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Hungría los restos de un dinosaurio astado de pequeño tamaño que se creía que sólo vivía en Norteamérica y Asia. Miembros de la Academia de las Ciencias de Hungría (MTA) opinan que este ceratopsiano llegó hasta lo que hoy es Europa y ...

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Hungría los restos de un dinosaurio astado de pequeño tamaño que se creía que sólo vivía en Norteamérica y Asia. Miembros de la Academia de las Ciencias de Hungría (MTA) opinan que este ceratopsiano llegó hasta lo que hoy es Europa y concretamente Hungría desde Asia, cruzando el antiguo Mar de Tetis, para lo cual tuvo que pasar por varias islas. Este hallazgo, presentado en la revista Nature, se considera muy trascendental y según varios expertos suscita la necesidad de replantearse la biogeografía del Cretácico superior. Los fósiles fueron hallados el pasado verano por un arqueólogo de la MTA, Attila Osi, en Iharkút, en las montañas Bakony, situadas en la zona oeste de Hungría. Pertenecen a un dinosaurio herbívoro que debió medir cerca de 150 centímetros de largo y pesar entre 25 y 30 kilogramos. Tenía un cuerno pequeño y una boca similar al pico de un loro. Desde hace mucho tiempo se suponía que los ceratopsianos, dinosaurios con cuernos, vivieron solamente en las regiones norteamericana y asiática del supercontinente Laurasia, pero no en la zona central, correspondiente a la actual Europa. Los paleontólogos suponían que la escisión de este supercontinente en el Cretácico Superior dividió también la fauna, ya que son pocos los indicios de coincidencias entre los habitantes de Europa y los de otras regiones que en la antigüedad formaban parte del mismo supercontinente. Sin embargo, el hallazgo realizado por el equipo del Dr. Osi podría invalidar esta hipótesis, según explica éste en un artículo publicado el mes pasado en Nature y firmado también por Richard Butler, investigador becado por la Fundación Humboldt en la «Colección Estatal de Paleontología y Geología de Baviera» (Alemania), y David Weishampel, del Centro de Anatomía Funcional y Evolución de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos). Según el artículo, los restos del ceratopsiano, al que llaman Ajkaceratops kozmai -por Ajka, la ciudad natal del Dr. Osi, y en homenaje al ilustre geólogo húngaro Karoly Kozma-, sugieren que la hipótesis de que estas criaturas estaban limitadas geográficamente a Asia y la zona oeste de Norteamérica «es muy simplista» y «obligan a reevaluar» la teoría. Los autores señalan que el hallazgo de estos fósiles de 85 millones de años de antigüedad «demuestra de forma inequívoca que en el Cretácico Superior hubo ceratopsianos en Europa». Y añaden que «esto, sumado al reciente descubrimiento de lo que podrían ser piezas dentarias de leptoceratopsidae en Suecia», indica que la especie «pudo haber llegado hasta Europa al menos en dos momentos distintos». El posible descubrimiento en 2006 de dientes aislados de leptoceratopsidae en la cuenca de Kristianstad (sur de Suecia) se anunció entonces como el primer registro de dinosaurios cornudos en Europa. El Dr. Osi y sus colaboradores opinan que, muy probablemente, el Ajkaceratops kozmai llegó hasta Hungría desde Asia viajando de isla en isla y cruzando un archipiélago que actualmente representa Europa. «La presencia de un ceratopsiano en la zona oeste del archipiélago del Mar de Tetis debe ser fruto de un fenómeno de diáspora desde Asia ocurrido a principios del Cretácico Superior, posiblemente pasando por distintas islas del Mar de Tetis», afirman los autores. «Esta diáspora se habría visto facilitada por la subducción del Mar de Tetis a lo largo del borde meridional de Asia, que habría ocasionado arcos insulares en esta región.» «Por consiguiente, el Ajkaceratops kozmai añade un nuevo grado de complejidad al conocimiento que poseemos sobre la fauna de los dinosaurios del Cretácico Superior y demuestra la necesidad de reevaluar las actuales hipótesis biogeográficas.» El presidente de la MTA, Jozsef Palinkas, admitió que estos hallazgos obligan a replantearse las rutas migratorias y los hábitats de los vertebrados terrestres del Cretácico Superior. El Dr. Osi ya atrajo la atención de los medios hace diez años, cuando desenterró un inusual fragmento de hueso en una expedición arqueológica en Iharkút. Posteriormente se constató que se trataba del primer fósil de dinosaurio encontrado en Hungría, según la MTA.

Países

Alemania, Hungría, Estados Unidos

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