Reducir el ruido urbano
En la actualidad el mundo se enfrenta a numerosos cambios. La población de ciudades europeas como Londres, Roma y París está aumentando muy rápidamente. A su vez, la concentración de gente en las grandes ciudades aumenta el impacto del tráfico en el medio ambiente, en gran parte debido al ruido. Sin embargo, existe una posibilidad de reducir en gran medida el problema de las molestias que provoca el ruido, siempre que las autoridades responsables de las infraestructuras de carreteras y los ayuntamientos presten el apoyo necesario. Combinando sus esfuerzos, es posible conseguir reducciones sustanciales del nivel de ruido aplicando la tecnología existente y los avances científicos más avanzados. Para contribuir a la reducción del nivel de ruido en las grandes ciudades, la Comisión Europea decidió financiar el proyecto Silvia. Este proyecto, iniciado por el Foro de Laboratorios Nacionales Europeos de Investigación sobre Carreteras (FEHRL), tenía el objetivo de sacar el máximo partido al uso de superficies de rodadura de bajo ruido. En los últimos veinte años se han creado distintos tipos de superficies de rodadura de bajo ruido, entre ellas el hormigón bituminoso delgado y el mástico bituminoso (SMA). A pesar de los avances en la construcción de estas superficies de rodadura y de suponer un medio relativamente económico de reducir el ruido del tráfico, su uso todavía no está muy extendido. Construir superficies de rodadura notablemente más silenciosas no supone necesariamente aumentar los costes, cosa que sí sucede, por ejemplo, con la construcción de barreras sónicas al lado de las carreteras. Sin embargo, su porosidad se puede deteriorar con el tiempo, mermando sus propiedades de reducción del ruido. Por consiguiente es necesario disponer de métodos para verificar su eficacia. En el conjunto del proyecto Silvia se ha demostrado que las técnicas de medida basadas en secuencias de longitud máxima son eficaces para determinar los espectros de absorción acústica de las superficies. Los investigadores han optimizado estas técnicas para poderlas utilizar tanto en condiciones dinámicas como en condiciones estáticas. Las medidas de prueba han demostrado la estabilidad de este método a velocidades de remolque de hasta 30 km/h sobre superficies de rodadura de buena calidad como las acabadas de instalar. Con mejoras adicionales, es posible que estas técnicas también se puedan utilizar para evaluar de forma rutinaria el estado de carreteras más antiguas o sometidas a un tráfico más intenso. El resultado final del proyecto, el «Manual de referencia europeo sobre el uso de superficies de rodadura de bajo ruido», es una recopilación de todos los resultados más destacados de la investigación. En él se tiene en cuenta el hecho de que, idealmente, sus contenidos se deberían poder utilizar sin tener ningún tipo de conocimiento específico sobre construcción de carreteras. Los socios del proyecto esperan que este manual ayude a las autoridades a planificar de forma racional las medidas de mitigación del ruido combinando las superficies de bajo ruido con otras medidas de control.