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Reinventing a smart, circular and competitive textile industry with advanced myco-fibres

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Comercialización de materiales fabricados con fibras de micelio

Con aplicaciones en las industrias de la moda y del automóvil, los materiales totalmente de origen biológico fabricados a partir de hongos permiten que la industria de la moda sea más respetuosa con el medio ambiente.

Los consumidores modernos buscan productos socialmente responsables que reduzcan los daños al medio ambiente mediante la adhesión a los principios de la economía circular. Para satisfacer la creciente demanda, el equipo del proyecto MY-FI, financiado con fondos europeos, reunió a un consorcio de científicos, fabricantes y especialistas del mercado para producir material de nueva generación de alta calidad y bajo coste medioambiental.

Aprovechar al máximo los hongos

La mayoría de los tejidos utilizados en la confección contemporánea —como el algodón, el lino y la lana— son de origen vegetal o animal. Los recursos utilizados para producir estos textiles son costosos, y los procesos para tratarlos pueden tener repercusiones negativas en el medio ambiente. Como alternativa a estos materiales convencionales, el cultivo con micelio ofrece una atractiva gama de características. Los hongos crecen en estructuras ramificadas denominadas «hifas», compuestas principalmente de quitina, un polisacárido. La quitina se parece mucho a la celulosa, un polisacárido muy utilizado en textiles. La quitina es un material versátil y adaptable, no tóxico y biodegradable.

Tecnologías innovadoras y economía circular

El equipo de MY-FI empleó dos procesos de fermentación para cultivar el micelio. La fermentación líquida dinámica utiliza tanques agitados para cultivar las fibras. Tras un proceso alcalino, se elimina un sólido, dando lugar a un material flexible y semitransparente. La fermentación líquida en superficie comienza con un sustrato donde los hongos crecen en condiciones específicas. Una vez seco el material, lo que queda son láminas suaves y blancas de micelio puro. Cultivar fibras de micelio de esta forma presenta muchas ventajas ecológicas. Los procesos de fermentación pueden utilizar diferentes flujos secundarios de la industria agroalimentaria o incluso de otras industrias, como residuos textiles y cereales usados de cervecerías, contribuyendo de este modo a la circularidad intersectorial. Además, los procesos de fermentación producen emisiones mínimas de CO2 y requieren poca energía. Dado que la fermentación puede gestionarse localmente, es posible realizar una deslocalización cercana de la producción, lo cual reduce los costes de transporte y permite acortar las cadenas de suministro. Los productos a base de micelio no solo son mejores para el medio ambiente, sino también para las personas. El equipo de MY-FI priorizó la seguridad en los materiales de fabricación, y los procesos y productos no son tóxicos ni para los productores ni para los consumidores. Con estos alentadores resultados, el proyecto MY-FI prevé una adaptación del mercado en un futuro próximo. Según la coordinadora del proyecto, Annalisa Moro: «El proceso de fermentación líquida superficial, desarrollado por MOGU, es el método más prometedor establecido durante el proyecto. Su aplicación a escala industrial será el objetivo de los próximos años».

Características del material y aplicaciones

Los materiales de última generación a base de micelio son lisos, duraderos y de alto rendimiento. Así, constituyen una alternativa ideal a la piel en productos de moda de alta gama, como carteras, cinturones, bolsos, calzado y accesorios. La naturaleza del material también se presta bien a determinados elementos del automóvil, como cojines, reposacabezas y volantes. En la fase final del proyecto, el equipo de MY-FI consiguió prototipos de cuatro textiles no tejidos fabricados con fibras de micelio. Moro añade: «Los socios del proyecto pudieron fabricar varios prototipos para las industrias de la moda y del automóvil, entre ellos bolsos, dos vestidos, una falda, un bodi, una chaqueta, varias carteras, así como dos reposacabezas y un salpicadero para coches». Dichas aplicaciones del material de última generación fabricado a partir de micelio son solo el principio. A medida que se comercialicen estos materiales, otros sectores encontrarán nuevas aplicaciones para ellos. El trabajo de MY-FI es solo el principio de una transformación ecológica de la industria de la moda.

Palabras clave

MY-FI, fibras de micelio, setas, fermentación líquida superficial, moda, hongos, industria textil, economía circular, industria del automóvil

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