El carbono activado, a la vanguardia de los métodos de purificación
El carbono activado se ha erigido en un material de gran utilidad para un número cada vez mayor de aplicaciones, desde tratamiento terciario de aguas a supercondensadores. Estas aplicaciones a gran escala reflejan el elevado rendimiento del proceso más común para su preparación a partir de madera, carbón o cáscara de coco. No obstante, la pureza relativamente baja del carbono activado producido en hornos rotatorios impide un uso extendido del mismo en procesos electroquímicos y biomédicos de gran intensidad. Además, tiene la desventaja de que se dan variaciones sustanciales entre sus partículas. El proyecto CREATION se propuso resolver estos problemas mediante la carbonización de resina fenólica. En concreto, sus responsables se dedicaron a desarrollar un material de carbono sintético cuya estructura de poro se mantuviera hasta un grado de activación muy elevado. Mast Carbon Technology Ltd., especializada en la producción de carbon activado, fue la artífice de estos nuevos materiales, que surgieron de investigaciones realizadas por la propia empresa orientadas a la producción de nuevos materiales de carbono basados en polímeros. La porosidad, que afecta al rendimiento de los materiales de carbono en multitud de aplicaciones, se introdujo empleando solventes poliméricos en polvo de resina previamente curada. Una vez se consiguió controlar la estructura de poro, se comprobó la capacidad de la resina fenólica carbonizada para recuperar catalizadores usados en la síntesis de productos químicos finos. Por regla general, el carbono activado en forma de polvo fino, con un diámetro medio de sus partículas inferior a 20 micrones, se utiliza en reactores autoclave con agitación. Mast Carbon Technology Ltd. observó que el carbono muy poroso en forma de cuentas con un diámetro aproximado de 500 micrones superaba en rendimiento a los tipos convencionales de carbono. Estos resultados allanan el camino hacia aplicaciones distintas a la recuperación de catalizadores. En un futuro, estos novedosos materiales de carbono podrían utilizarse para filtrar sangre y absorber solventes y productos químicos volátiles generados por procesos industriales.