Tecnología híbrida para la descontaminación de aguas residuales industriales
La contaminación del agua no es un problema exclusivo de los países en vías de desarrollo. Mediante la puesta en práctica de leyes y severos controles, la Comisión Europea tiene la capacidad de regular la producción y empleo de sustancias químicas que pueden ser peligrosas para las personas y el medio ambiente. No obstante, en algunas zonas industriales las aguas residuales no reciben el tratamiento adecuado debido a la falta de tecnologías apropiadas que se puedan emplear en el mismo lugar en el que se produce la contaminación. El proyecto CADOX recibió financiación de la Comisión Europea mediante el Quinto Programa Marco para desarrollar una tecnología adecuada que cubriese esta laguna. Entre las tecnologías disponibles para el tratamiento de aguas residuales, los procesos de oxidación fueron los que llamaron más la atención de los socios del proyecto de la Universidad Autónoma de Barcelona. Se estudiaron en profundidad procesos de oxidación de contaminantes orgánicos imposibles de tratar con las técnicas biológicas convencionales por su elevada estabilidad química y baja biodegradabilidad. La oxidación parcial por ozono de plaguicidas hidrosolubles como el alacloro y la atracina aumentó notablemente la biodegradabilidad de las aguas residuales. En concreto, se observó la evolución de la concentración de contaminantes para evaluar la efectividad de la oxidación por ozono en productos intermedios de la industria farmacéutica. Se estudió la tasa de mineralización midiendo el contenido total de carbón orgánico (TCO) y el consumo de ozono. Pese a su elevada efectividad, este método resulta hoy en día relativamente caro (decenas de euros por metro cúbico tratado). Además, conseguir la plena mineralización de los compuestos orgánicos resultó complicado, pero la oxidación por ozono se presta a complementarse con un tratamiento secundario. Los experimentos realizados indican que se consiguió mejorar las condiciones resultantes de la oxidación por ozono de cara a la posterior aplicación de un proceso de oxidación avanzado basado en la irradiación solar. Las pruebas realizadas en una planta piloto proporcionaron información útil sobre las posibilidades de tratar las aguas residuales mediante foto-Fenton y, a continuación, con un biotratamiento barato económicamente viable.