Tecnología de tratamiento biológica y de ozono de aguas residuales
El proyecto CADOX se centró en el tratamiento de aguas contaminadas con disolventes tratados con cloro y pesticidas identificados anteriormente como dañinos para la salud humana. Se empleó una combinación de ozono y biotratamiento para descontaminar aguas que contenían varios tipos de pesticidas. Las pruebas se llevaron a cabo inicialmente en efluentes artificiales para optimizar las condiciones del ozono. A continuación los resultados se extrapolaron a una planta industrial piloto. La planta permitió a los investigadores tratar distintos efluentes y probar distintas concentraciones de ozono. Los investigadores produjeron ozono a partir de oxígeno seco, produciendo un flujo lento de gas en grandes concentraciones. El gas se inyectó a dos torres de contacto en serie, utilizando cada torre un modo de transferencia de ozono distinto. En la primera torre de contacto se introducía una pequeña cantidad de ozono mediante un hidroinyector. Para facilitar el contacto entre el efluente y el gas ozono, una bomba de recirculación extraía gas de la segunda torre de contacto mediante un segundo hidroinyector. La segunda torre de contacto utilizaba tranferencia de ozono convencional mediante el uso de difusores porosos de acero inoxidable. Los niveles elevados de ozono y el uso del oxígeno seco impidieron utilizar difusores porosos de PVC convencionales. Todo el ozono encontrado en la salida de ventilación que abandonaba la primera torre era eliminado por un destructor de ozono termocatalítico. El ozono, junto con el tratamiento biológico, es una de las tecnologías más limpias para tratar aguas contaminadas puesto que no produce lodos o productos peligrosos. La utilización de esta tecnología emergente ayudará a la industria europea del agua a ser más sostenible y competitiva, lo que permitirá que crezca en el mercado mundial de la tecnología rentable de las aguas industriales.