Reducir las emisiones de contaminantes de motores diésel
La mayoría de los vehículos utilitarios pesados en las carreteras de Europa funcionan con motores diésel que a menudo están asociados con la contaminación atmosférica nociva. Los ingenieros han asumido el reto de reducir estas emisiones perjudiciales. El Programa GROWTH está apoyando sus esfuerzos mediante la financiación de proyectos de investigación específicos, como AHEDAT. Uno de los objetivos de este proyecto era conseguir herramientas de elaboración de modelos fiables. Científicos de la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA), Grecia, recibieron el encargo de comprobar un modelo de combustión. Trabajaron con datos experimentales generados con un motor de prueba con diferentes mezclas de aire-combustible y diferentes niveles de carga. Con respecto a los parámetros del motor, el análisis de la NTUA indicó que el modelo calculaba correctamente la evolución de la presión de los cilindros. También se observó una elevada correlación entre el resultado del modelo y los datos de medición en el caso del consumo de combustible específico en frenada (BSFC). Asimismo, la NTUA demostró que el impacto negativo de una combustión de una cantidad elevada de combustible en BSFC es mínimo, especialmente con cargas más elevadas. Sin embargo, la presión de combustión máxima se veía ligeramente reducida a pesar de los esfuerzos por avanzar la inyección de combustible. Por último, aunque la temperatura de los gases de escape puede pronosticarse bien en general, es necesario realizar algunas mejoras adicionales del modelo para no superar los umbrales. El modelo también demostró su capacidad para tratar debidamente las emisiones de contaminantes. Las estimaciones de óxido nítrico (NO) se comparaban bien con los datos de campo. Resulta interesante que los griegos pudieran confirmar que las emisiones de NO no se ven incrementadas, afortunadamente, por una combustión rica. Sin embargo, parece que la producción de hollín aumenta proporcionalmente con la cantidad de combustible en la mezcla de aire-combustible. Las modificaciones de los motores en el futuro deberían tener en cuenta estos resultados.