El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam lidera la circularidad
En el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam se están tomando medidas para descarbonizar sus operaciones de tierra de aquí a 2030. Este esfuerzo forma parte del proyecto TULIPS, financiado con fondos europeos, que tiene como objetivo acelerar la implantación de tecnologías novedosas y sostenibles para reducir las emisiones de carbono en los aeropuertos europeos. Para lograrlo, en el aeropuerto Schiphol se está introduciendo un sistema de almacenamiento de energía de larga duración (LDES, por sus siglas en inglés) fabricado por ESS Technology Inc. (ESS Inc.). Con este sistema, los actuales grupos electrógenos de gasoil contaminantes utilizados para alimentar las aeronaves estacionadas en las puertas de los aeropuertos se eliminarán progresivamente y se sustituirán por grupos electrógenos de pista electrónicos (E-GPU).
Tecnología limpia para la aviación
«En Schiphol pretendemos ser un aeropuerto de emisiones cero de aquí a 2030 en todos nuestros edificios, activos y equipos», afirma el director de innovación, Oscar Maan, del Royal Schiphol Group en una noticia publicada en «SmartCitiesWorld». «Una tecnología limpia y puntera como el sistema de baterías de flujo de hierro de ESS nos permite descarbonizar las operaciones en tierra y es un paso vital para avanzar hacia este futuro sostenible. Como líderes del consorcio de Tulips, esperamos que en este proyecto se demuestre cómo puede implantarse una tecnología limpia en la industria aeronáutica de toda Europa». Como se explica en la noticia, el LDES permite electrificar los equipos de apoyo en tierra como los E-GPU y, al mismo tiempo, reduce la necesidad de mejorar la infraestructura de la red regional. Otras ventajas del sistema LDES de ESS Inc. son su rentabilidad, su idoneidad para aplicaciones que requieren hasta doce horas de capacidad energética flexible y su inherente seguridad contra incendios, que permite su uso cerca de aeronaves de pasajeros. El aeropuerto Schiphol servirá de laboratorio viviente para diecisiete proyectos de demostración realizados en el marco de TULIPS. Además de la introducción de los E-GPU, otras innovaciones demostradas incluirán hacer más sostenibles los vehículos de la plataforma, producir combustible sostenible para aeronaves a gran escala y mejorar el uso circular de los materiales. También se investigarán los trayectos de los viajeros y la carga, así como la captura de partículas ultrafinas producidas por los aviones al despegar.
Más allá del horizonte neerlandés
Varias de estas innovaciones tecnológicas, no tecnológicas y sociales se aplicarán también en los aeropuertos de Oslo (Noruega), Turín (Italia) y Larnaca (Chipre). Poner a prueba estas innovaciones en cuatro aeropuertos muy diferentes proporcionará una imagen clara de su eficacia para contribuir a la consecución de los objetivos climáticos de la Unión Europea (UE). La experiencia adquirida y las tecnologías y conceptos de TULIPS podrán compartirse con los aeropuertos de toda Europa. «En el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam se han fijado un objetivo ambicioso de descarbonización y han ejercido un gran liderazgo en la adopción de las medidas necesarias para hacerlo realidad», señala Eric Dresselhuys, director general de ESS Inc. «En este proyecto se proporciona un modelo para que el LDES suministre de forma segura energía limpia y fiable en las operaciones aeroportuarias y reduzca la dependencia de los combustibles fósiles. Este proyecto pionero animará a otros aeropuertos europeos a seguir el ejemplo de Tulips y a desplegar tecnologías que permitan alcanzar los objetivos climáticos y acelerar la descarbonización de la industria aérea». Se espera que los resultados del proyecto TULIPS (DemonsTrating lower pollUting soLutions for sustaInable airPorts acrosS Europe) impulsen el sector europeo de la aviación por la senda de la sostenibilidad. Para más información, consulte: Página web del proyecto TULIPS
Palabras clave
TULIPS, aeropuerto, Schiphol, almacenamiento de energía de larga duración, emisiones, grupos electrógenos de pista, descarbonización, aviación