Programa de entrenamiento físico para comprender la fragilidad
La condición del sistema motriz se hace más frágil conforme la gente va envejeciendo, lo que limita la movilidad, el equilibrio y la resistencia. La fragilidad está asociada con caídas, incapacidad para realizar determinadas actividades cotidianas y pérdida de independencia. Por tanto, resulta imperativo saber más sobre este fenómeno a fin de reducir sus repercusiones, de modo que las personas de edad avanzada puedan llevar una vida más segura e incluyente desde el punto de vista social. A la luz de esto, el proyecto BETTER-AGEING ha investigado las causas de la fragilidad física y sus remedios. Una de las formas en que lo ha hecho es evaluando los efectos y beneficios de un programa de entrenamiento físico de doce meses de duración. Se seleccionó a 58 personas mayores y 31 adultos jóvenes para realizar comparaciones. Uno de los principales resultados fue que la sarcopenia (pérdida de masa muscular) está relacionada con una reducción de la longitud de los fascículos fibrosos, así como con la rigidez en los tendones inferiores de las personas de edad avanzada. Asimismo, el impulso neural al músculo no era como el de los jóvenes adultos, porque la activación muscular voluntaria se reducía en las personas de más edad. Son cambios como éstos los que representan aproximadamente el 50% de la pérdida de potencia muscular máxima y el 70% de la pérdida de la fuerza isométrica. Esto muestra el deterioro de la calidad muscular en la vejez. En general, los resultados muestran que la debilidad muscular en la vejez no solo se deriva de una pérdida de masa muscular, sino también de cambios en la arquitectura interna del músculo esquelético. Esto se ve incrementado por una reducción de la rigidez en los tendones, así como por alteraciones del impulso neural. Sin embargo, es importante señalar que la actividad física como los ejercicios aeróbicos, de fuerza concéntrica / ecéntrica y proprioceptivos es eficaz para revertir o reducir estos cambios relacionados con la edad. Si se realizan al menos dos veces por semana, estos ejercicios pueden ayudar a mejorar la cantidad, la calidad y el rendimiento funcional de los músculos. De este modo, son recomendables para futuros programas de entrenamiento diseñados para personas de edad avanzada.