Mejora de la concienciación europea sobre la gestión de crisis
La historia reciente llena de catástrofes, desde fenómenos naturales como terremotos hasta catástrofes de origen humano, sugiere que Europa puede hacer más para prepararse ante tales acontecimientos. «Las persistentes lagunas en la conciencia situacional del espacio, la coordinación y la comunicación entre las autoridades siguen siendo retos importantes en la preparación ante catástrofes», afirma Paolo Capuano, profesor titular de Física en la Universidad de Salerno. «Los esfuerzos futuros deben centrarse en subsanar estas deficiencias para mejorar la eficacia de la respuesta y minimizar los retrasos en situaciones críticas», añade. En el proyecto CORE, financiado con fondos europeos, Capuano y el equipo del consorcio examinaron varios casos prácticos, entre ellos tres catástrofes de origen humano: el atentado del Manchester Arena en 2017, el incendio forestal de Jerusalén en 2021 y el accidente industrial de Venkatapuram en 2020, para identificar las importantes carencias en la preparación de Europa ante las catástrofes y elaborar recomendaciones políticas. «El principio rector del proyecto CORE puede resumirse en “aprender del pasado”, especialmente de lo que no funcionó bien —señala Capuano—. Las pruebas sugieren que la exposición directa a incidentes críticos, como se ha visto en Japón, es una de las formas más eficaces de mejorar la preparación de la respuesta».
Identificación de las carencias en la preparación de Europa ante las catástrofes
En primer lugar, el equipo de CORE detectó carencias importantes en la preparación de Europa ante las catástrofes y trató de resolverlas inspirándose en las mejores prácticas de otros contextos. «Un aspecto fundamental fue la necesidad crítica de aumentar la concienciación sobre los riesgos, un factor que refuerza directamente la capacidad de recuperación tanto de las personas como de las organizaciones», afirma Capuano. El equipo llevó a cabo un análisis exhaustivo de diversos supuestos de catástrofes utilizando una plantilla normalizada de estudio de casos, lo que permitió llevar a cabo comparaciones entre contextos y culturas. En CORE también se examinaron en detalle los factores humanos y la dinámica organizativa, abordando estos elementos en todas las fases del ciclo de gestión de catástrofes. El equipo del proyecto hizo especial hincapié en las dimensiones sociales, incluidas las vulnerabilidades de grupos específicos. El proyecto también se centró en la participación ciudadana, organizando grupos de discusión, entrevistas y encuestas para recabar la opinión de la ciudadanía. «Una lección clave aprendida fue que la gente no solo está dispuesta a comunicarse durante las emergencias, sino también a participar en los esfuerzos por mejorar la preparación y la respuesta», indica Capuano.
Resultados aplicables a la gestión de catástrofes
Tras una amplia labor de investigación, debate y análisis de casos prácticos, el equipo del proyecto creó una serie de herramientas prácticas para responsables políticos, primeros intervinientes y otras partes interesadas en la reducción del riesgo de catástrofes y la resiliencia. Uno de los logros principales del proyecto es la elaboración de recomendaciones políticas integrales adaptadas a diversos niveles de gobernanza, desde contextos locales a nacionales y de toda la Unión Europea. «Al traducir los resultados de la investigación en estrategias prácticas, en CORE también se fomenta la resiliencia ante las catástrofes mediante planteamientos basados en pruebas que abordan los retos de la vida real», explica Capuano. En el proyecto también se pretendía hacer frente a la desinformación durante las emergencias, un problema en aumento tras la llegada de las redes sociales. «Al proponer marcos de comunicación adaptados y fomentar las relaciones de confianza entre los científicos, los responsables políticos y las comunidades, en el proyecto se potencian los esfuerzos de colaboración y se garantiza que la información fluya con eficacia durante las emergencias», añade Capuano.
Ayudar a aumentar la resiliencia de Europa ante las catástrofes
El proyecto CORE aspira a ayudar a Europa a ser más resiliente ante las amenazas que plantean las catástrofes de origen humano mediante el fomento de la colaboración en toda la sociedad. El equipo está promoviendo de forma activa una serie de iniciativas diseñadas para fomentar la interacción permanente entre los científicos, los responsables políticos, los ciudadanos y los profesionales, incluidos seminarios web, talleres y, posiblemente, una escuela de verano. «Esperamos basarnos sobre los cimientos establecidos por el proyecto CORE y contribuir a lograr una Europa más resiliente y preparada frente a los retos del futuro», concluye Capuano.
Palabras clave
CORE, Europa, catástrofe, preparación, gestión, basado en pruebas, resiliencia