Trabajar en aras de una paz duradera
Recientemente, la Unión Europea (UE) ha tenido dificultades con su capacidad para prevenir y abordar los conflictos violentos y la inestabilidad, tanto internamente como en el resto del mundo. Entre los retos más frecuentes se encuentran el carácter reactivo de las intervenciones de la UE, la falta de capacidad para prever las crisis y la brecha que se percibe entre sus acciones a corto plazo y su compromiso a largo plazo con la consolidación de la paz. Con una respuesta proactiva a estas carencias, el proyecto WOSCAP, financiado con fondos europeos, ha desarrollado planteamientos y herramientas prácticos para ayudar a la UE a desempeñar mejor su misión de consolidación de la paz. Con un planteamiento basado en el conjunto de la sociedad, el proyecto reunió a institutos de investigación, universidades, grupos de reflexión y organizaciones para acortar la brecha entre la investigación y la práctica. «La finalidad del proyecto era mejorar la capacidad de la UE para poner en práctica la prevención de conflictos e intervenciones de consolidación de la paz mediante medios civiles exhaustivos, sostenibles e innovadores», explica Gabriëlla Vogelaar, coordinadora del proyecto. Un planteamiento integrador Lo que llama la atención del planteamiento que el proyecto WOSCAP hace de la prevención de conflictos es su uso de la responsabilidad local y la inclusividad como componentes fundamentales de una paz duradera. «Creemos que la inclusión de investigadores locales es un aspecto clave para la consolidación de la paz», afirma Vogelaar. «Como tal, el éxito en la consolidación de la paz y la prevención de conflictos no está en manos únicamente de los responsables políticos, sino que debería implicar directamente a las personas afectadas por el conflicto». Para empezar, los investigadores compararon las ambiciones y políticas de la UE con su aplicación práctica en realidad. Esto conllevaba una evaluación de las intervenciones pasadas y en curso de la UE en Ucrania, Mali, Georgia y Yemen, además de los casos de Sri Lanka, Kosovo, Afganistán y Guatemala/Honduras. «Se escogieron esos conflictos porque figuran en primer plano en la agenda internacional», añade Vogelaar. Basándose en esta investigación, el proyecto emitió recomendaciones para mejorar las políticas y medidas para una prevención de conflictos y una consolidación de la paz con carácter inclusivo. Esas recomendaciones se compartieron por medio de veintiséis informes de investigación, quince reuniones políticas e interacciones con más de trescientas partes interesadas. Ya se está viendo su impacto Según Vogelaar, esos artículos y reuniones han mejorado enormemente la actuación de la UE en los ámbitos de la diplomacia de múltiples vías, la reforma del sector de la seguridad y la reforma de la gobernanza. Por ejemplo, es probable que un artículo sobre la reforma del sector de la seguridad se incorpore a la política de la UE sobre esta materia que se está formulando en estos momentos. Asimismo, los artículos sobre diplomacia de múltiples vías y el uso del proceso de descentralización ya han contribuido a entender mejor algunos de los desafíos y las oportunidades pertinentes para la implicación de la UE en esos ámbitos. Vogelaar añade: «Al demostrar las ambigüedades de la implicación de la UE en distintos niveles de negociación y mediación en procesos de paz, hemos contribuido a la bibliografía académica incipiente sobre la mediación de la UE». Vogelaar señala que el impacto del proyecto va más allá incluso de la UE. En una conferencia reciente, las recomendaciones de WOSCAP se consideraron muy relevantes para los debates en curso sobre la agenda de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
Palabras clave
WOSCAP, seguridad, resolución de conflictos de la UE, paz duradera, diplomacia
