Tratamiento farmacológico específico de la leishmaniosis cutánea
La leishmaniosis cutánea es una enfermedad tropical desatendida, estrechamente vinculada a los niveles de pobreza. La leishmaniosis cutánea está causada por un parásito que se propaga a través de la picadura de los flebótomos hematófagos infectados, y provoca úlceras en la piel que pueden dejar cicatrices desfigurantes permanentes. La leishmaniosis cutánea es endémica en regiones subtropicales y tropicales, y se calcula que cada año aparecen hasta un millón de nuevos casos en las regiones donde vive el vector. Con el cambio climático está aumentando el área de distribución del vector y más personas están expuestas al riesgo de infección. Los tratamientos actuales pueden ser costosos y tóxicos, y requieren inyecciones continuas y dolorosas. «Esto es a menudo inviable o no está disponible para muchos pacientes de zonas remotas», explica Sanjeev Krishna, catedrático emérito de Parasitología Molecular y Medicina en St George's, Universidad de Londres, y coordinador del proyecto TT4CL. En el proyecto TT4CL, financiado con fondos europeos, un consorcio multidisciplinar de investigadores trabajó para llevar a ensayo clínico un nuevo y prometedor tratamiento oral para la leishmaniosis cutánea; este tratamiento podría superar algunas de las barreras terapéuticas existentes y mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo. El nuevo fármaco, la oleilfosfocolina (OlPC), es un tratamiento inmediato de la leishmaniosis cutánea y actualmente es el único fármaco oral que se está desarrollando para tratarla. «En el ensayo clínico de fase 1 se demostró que la OlPC en nuestra formulación era segura y tolerada en receptores adultos y se determinó un nivel sin efectos adversos (NOAEL)», afirma David Clark, director del proyecto e investigador postdoctoral en St George's, Universidad de Londres. «Una dosis segura será la base de futuros estudios», añade.
La lucha contra los parásitos «Leishmania»
La OlPC ataca los parásitos «Leishmania», aunque el mecanismo bioquímico exacto de acción está aún por definirse en detalle. En el proyecto TT4CL, los investigadores realizaron una combinación de estudios en modelos animales junto con un estudio de seguridad de fase I en humanos en el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Tubinga. El equipo también llevó a cabo investigaciones sobre la formulación del fármaco para conseguir una dosis eficaz y químicamente estable, que por tanto no requiere un almacenamiento ni transporte especializados. En el proyecto participaron socios de Alemania, Bélgica, Irán, Países Bajos y Reino Unido.
Lograr una fórmula estable y eficaz
El equipo utilizó los datos de los estudios con animales y de formulación para orientar el desarrollo del protocolo del ensayo clínico, que resultó un éxito. «En los estudios con animales realizados por el doctor Van Bocxlaer en la Universidad de York se demostró que se reduce el tamaño de las lesiones cutáneas y se reduce significativamente el número de parásitos en la piel», señala Clark. La formulación del fármaco, realizada por Avivia en los Países Bajos, demostró ser estable en condiciones ambientales duras simuladas durante al menos doce meses. Los próximos pasos incluyen la evaluación de la farmacocinética ampliada y la determinación de la seguridad y la tolerabilidad en sujetos con infecciones por el parásito «Leishmania». «Lo ideal sería realizar un estudio de fase I/II que incluyera la eficacia en humanos», afirma Peter Kremsner, coordinador del ensayo clínico.
Un tratamiento de la leishmaniosis cutánea que podría cambiar las reglas del juego
El consorcio cree que el tratamiento podría aumentar la tasa de curación de esta enfermedad desatendida, sobre todo porque es más accesible a quienes lo necesitan, incluidas las comunidades marginadas. «Disponer de un fármaco de administración oral, químicamente estable, asequible y, sobre todo, accesible, cambiaría las reglas del juego», concluye Krishna.
Palabras clave
TT4CL, leishmaniasis cutánea, «Leishmania», parásitos, oral, tratamiento