Evaluar el impacto social de las máquinas emocionalmente inteligentes
La tecnología puede ayudarnos a abordar los problemas sociales clave como la soledad. Los robots emocionalmente inteligentes, por ejemplo, se utilizan cada vez más en los hogares japoneses. Inspirado por estos avances, el equipo del proyecto EMTECH, respaldado por el Consejo Europeo de Investigación, pretendía arrojar luz nueva sobre las interacciones entre cultura, robótica y sociedad. «A menudo falta diálogo entre las humanidades y la robótica», explica la coordinadora del proyecto EMTECH, Elena Giannoulis, de la Universidad Libre de Berlín, en Alemania. «Quería averiguar qué podemos aprender sobre las emociones humanas y la capacidad de los seres humanos para crear vínculos afectivos a través de las nuevas tecnologías».
Máquinas emocionales y cultura tradicional
En el proyecto se intentaba entender mejor cómo se incorporan los conceptos de emoción a las nuevas tecnologías y cómo las máquinas «emocionales» pueden influir en cómo nos sentimos. «Para mí, la atención no se centraba tanto en las máquinas como en las personas: sus deseos, esperanzas y temores», afirma Giannoulis. El equipo del proyecto se propuso recopilar datos sobre el impacto de las máquinas emocionalmente sensibles introducidas en los hogares japoneses. El equipo, formado por unos expertos en humanidades, ciencias sociales y tecnología, documentó la transformación tecnológica que se está produciendo. «Observamos cómo los programas informáticos emocionalmente inteligentes no sólo reproducen las formas tradicionales de establecer vínculos afectivos, sino que de hecho las transforman al ofrecer nuevas estrategias para afrontar el estrés, la soledad y la depresión», añade Giannoulis. Se llevaron a cabo estudios a largo plazo de familias que viven con robots de compañía emocionalmente inteligentes. Los resultados de la investigación se publicaron en varias revistas revisadas por expertos, y se llevaron a cabo conferencias para fomentar el diálogo. Las visitas a laboratorios de robótica tanto en Europa como en Japón también aportaron información valiosa sobre los últimos avances.
Reproducir las fantasías masculinas estereotipadas
Una de las conclusiones principales del proyecto fue que las tecnologías emocionales no son tan eficaces como sugieren los fabricantes. «Nuestra investigación demuestra que las máquinas no pueden cumplir muchas promesas, como comprender las emociones humanas y actuar como compañeros de vida», afirma Giannoulis. Las conclusiones del proyecto también sugieren que los fabricantes han perdido la oportunidad de superar los estereotipos de género y pensar en una existencia más allá de lo masculino y lo femenino. «Por el contrario, los estereotipos de género se reproducen y refuerzan», señala Giannoulis. «Esto se desprende no sólo de la representación "femenina" de las niñas-máquina en el anime, que se presentan de forma sexualizada, sino también de los estudios de casos con máquinas emocionalmente inteligentes. A menudo responden a las fantasías masculinas estereotipadas de una chica joven, mona y sumisa, que se refiere a su dueño masculino como "amo"».
Cómo la debilidad puede crear vínculos emocionales fuertes
Giannoulis cree que el proyecto EMTECH ha contribuido a subrayar la responsabilidad social de la industria robótica. «La gente se deja manipular por las tecnologías emocionales», señala. «Todos los que utilizan estas máquinas deben ser conscientes de ello». Otro aspecto clave es que la tecnología no está tan avanzada como se prometió. No obstante, una peculiaridad interesante es que los robots diseñados intencionadamente con debilidades cognitivas, motoras o físicas parecen desencadenar un vínculo emocional especialmente fuerte con las personas. Giannoulis pretende seguir por esta vía de investigación y actualmente está escribiendo un libro sobre las tecnologías nuevas y las narrativas culturales de la debilidad. «Me asombra que la industria robótica haya construido máquinas más parecidas a los humanos, ignorando al parecer que los humanos tienen puntos débiles», añade. «Los humanos se reconocen más en las máquinas débiles que en las impecables».
Palabras clave
EMTECH, japonés, robots, cultura, sociedad, género, robótica emocional