Dirigir los aviones hacia una aproximación final más flexible y ecológica
«GALAAD se centrará en lograr un aumento de la eficiencia en el consumo de combustible y la sostenibilidad medioambiental, sin comprometer la capacidad, la seguridad, el rendimiento humano y la rentabilidad».
Los aeropuertos y el espacio aéreo terminal circundante son lugares concurridos y saturados. «La saturación aumenta las ineficiencias de los vuelos, lo que se traduce en un importante exceso de consumo de combustible y de las emisiones de carbono», comenta Fabio Mangiaracina, coordinador de proyectos y experto en gestión del tráfico aéreo (GTA) de ENAV, proveedor italiano de servicios civiles de navegación aérea. Tal y como explica Mangiaracina, esas ineficiencias pueden ser variables (por ejemplo, contingencias en las operaciones de tráfico aéreo y condiciones meteorológicas adversas) o consecuencia del propio espacio aéreo. «Una parte de esas ineficiencias se pueden atribuir al hecho de que la mayoría de las terminales aeroportuarias están diseñadas para condiciones de alto tráfico», comenta Mangiaracina, y la gestión de las llegadas requiere la capacidad de ampliar la trayectoria de aproximación y absorber los retrasos. Gracias al respaldo del proyecto GALAAD, financiado a través de la Empresa Común SESAR, ENAV lidera una iniciativa destinada a resolver esas ineficiencias. Para ello, se pretende mejorar la sostenibilidad, la capacidad de respuesta y la adaptabilidad de diferentes factores relacionados con la GTA como, por ejemplo, la densidad del tráfico, la disponibilidad de espacio aéreo, las limitaciones medioambientales y las condiciones meteorológicas. «GALAAD dirigirá sus actividades a mejorar las operaciones dentro del espacio aéreo terminal, centrándose sobre todo en lograr un aumento de la eficiencia en el consumo de combustible y la sostenibilidad medioambiental, sin comprometer la capacidad, la seguridad, el rendimiento humano y la rentabilidad», agrega Mangiaracina.
Seguir la corriente
El objetivo principal del proyecto es que la GTA abandone el uso estricto de las estructuras de rutas de llegada de performance de navegación requerida (RNP, por sus siglas en inglés) y adopte un enfoque dinámico y más flexible para gestionar las llegadas y salidas. Para lograrlo, el proyecto GALAAD propone un concepto que permitirá activar o desactivar estructuras de rutas de RNP en función, por ejemplo, de la hora del día, con fines de control del ruido o de la demanda de tráfico. «De este modo se evitará el uso de estructuras de rutas más complejas en periodos de baja demanda, lo que favorecerá una respuesta ágil a las variaciones en las condiciones operativas del área terminal como, por ejemplo, la densidad de tráfico, la disponibilidad de espacio aéreo o las limitaciones medioambientales», observa Mangiaracina. El equipo de GALAAD se propone alcanzar sus objetivos investigando las herramientas de apoyo a la toma de decisiones necesarias para facilitar el uso dinámico de las rutas de RNP. La asignación dinámica de estructuras de rutas de llegada permitirá a los controladores capitalizar diferentes compromisos entre capacidad, eficiencia e impacto ambiental en función del nivel de tráfico. «Ello posibilitará al control del tráfico aéreo relajar las restricciones diseñadas para condiciones de tráfico elevado en supuestos de un menor tráfico, lo cual se traducirá en una mejora significativa del rendimiento en términos de combustible y medio ambiente», concluye Mangiaracina.
Palabras clave
aviación, Empresa Común SESAR, sostenibilidad, neutralidad en carbono, gestión del tráfico aéreo, GTA, Pacto Verde, impacto ambiental, Horizonte Europa, Cielo Digital Europeo, emisiones, reducción