Ir a rebufo para lograr unos vuelos más eficientes
«Hay una corriente ascendente disponible que puede ser empleada por la aeronave siguiente como una forma de sustentación adicional durante la fase de crucero».
Durante muchos años, los pilotos y los controladores del tráfico aéreo han considerado que la estela turbulenta, o vórtice, que se forma detrás de las aeronaves es un lugar arriesgado para volar, por lo que es mejor evitarla. Sin embargo, estas zonas de aire inestable también constituyen una oportunidad, ya que estos vórtices albergan una gran cantidad de energía que se podría aprovechar. «Dado que el aire en rotación se desplaza hacia arriba en cada lado exterior, hay una corriente ascendente disponible que puede ser empleada por la aeronave siguiente como una forma de sustentación adicional durante la fase de crucero», explica Philippe Masson, del Área de Gestión del Tráfico Aéreo y Reglamentación en Airbus y coordinador del proyecto GEESE. Esta práctica se conoce como recuperación de la energía de la estela (WER, por sus siglas en inglés), un procedimiento operativo más o menos nuevo y potencialmente revolucionario para el transporte aéreo internacional. La WER podría reducir de forma notable el uso de combustible y las emisiones de CO2 asociadas. Las pruebas de vuelo exhaustivas efectuadas por empresas del sector como Airbus han revelado una reducción del uso de combustible de más del 10 % para las aeronaves siguientes.
Volar en formación
Airbus ha desarrollado tecnología experimental a bordo de aeronaves para poner en práctica la WER y, ahora, el consorcio GEESE analiza cómo emplearla en las operaciones y ampliarla a toda Europa. En GEESE se definirán las tareas operativas necesarias para los pilotos que adopten tecnología de gestión automática de las diferentes posiciones de la WER, incluidos los sistemas de gestión de vuelo y las nuevas funciones de cabina para la WER que detectan y rastrean la estela turbulenta. El equipo de GEESE también estudiará un sistema de «ayuda al emparejamiento» para los jefes de operaciones de vuelo en los centros de control de operaciones de las compañías aéreas. En el proyecto, financiado a través de la Empresa Común SESAR 3, se llevarán a cabo diferentes simulaciones para validar los procedimientos de emparejamiento, en las que participarán las compañías aéreas Air France, French bee, Delta y Virgin. Asimismo, el equipo examinará más a fondo la ciencia de las estelas, a fin de avanzar en los conceptos subyacentes y considerar el efecto de las formaciones de vuelo. Ello incluirá la definición de la estela generada por la segunda aeronave de un par, el posicionamiento seguro detrás del par y cómo garantizar la seguridad del tráfico circundante. «Propondremos recomendaciones para incorporar rápidamente este concepto a las normas y reglamentos aplicables al sector aéreo, lo que a corto plazo contribuirá a lograr los objetivos de reducción de emisiones de la aviación», comenta Masson.
Palabras clave
aviación, Empresa Común SESAR, sostenibilidad, neutralidad en carbono, gestión del tráfico aéreo, GTA, Pacto Verde, impacto ambiental, Horizonte Europa, Cielo Digital Europeo, emisiones, reducción