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El lugar de fallecimiento y el efecto de la COVID-19

¿Cómo afectó la COVID-19 a las tendencias de elección del lugar de fallecimiento a nivel mundial? Un nuevo estudio revela un aumento del porcentaje de fallecimientos en el hogar en varios países.

Las pandemias afectan a los patrones de mortalidad en todo el mundo, incluido el lugar de fallecimiento. La pandemia de COVID-19 no ha sido una excepción, según se desprende de la investigación efectuada en el marco del proyecto EOLinPLACE, financiado con fondos europeos. Tal y como se describe en el estudio, publicado en la revista «eClinicalMedicine», el porcentaje de personas que fallecieron en su domicilio aumentó en 23 países durante la pandemia de COVID-19. Los resultados del estudio podrían servir para fundamentar la políticas de salud pública destinadas a mejorar la calidad de los cuidados paliativos terminales. El equipo de investigación examinó las tendencias sobre el lugar de fallecimiento de adultos en treinta y dos países del mundo: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Chipre, Corea del Sur, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, México, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y Uganda. Se llevaron a cabo comparaciones entre los primeros años de la pandemia de COVID-19 (2020-2021) y los 8 años previos (2012-2019). En el estudio participaron 100,7 millones de personas mayores de 18 años, el 68 % de las cuales tenía 70 años o más. En todos los países estudiados, el porcentaje de fallecimientos en el hogar aumentó del 30,1 % en 2012-2013 al 30,9 % en 2018-2019; una cifra que alcanzó el 32,2 % durante la pandemia (2020-2021). De los fallecimientos analizados, se calcula que el 20,4 % se produjo a causa del cáncer, mientras que la demencia fue responsable del 5,8 %. En total, el 30,8 % de los fallecimientos tuvieron lugar en el hogar. Se observó un aumento de los fallecimientos en el hogar durante la pandemia en 23 de los 32 países estudiados, alcanzándose la cifra más alta en Irlanda del Norte (27,5 % en 2018-2019 y 33,1 % en 2020-2021). De los 6 países en los que se observó un descenso de los fallecimientos en el hogar, Uganda fue el país en el que se registró la mayor diferencia (del 76,6 % al 47,8 %). «En la mayoría de los países, el aumento de los fallecimientos en el hogar fue mayor entre las mujeres y los enfermos de cáncer», explican las coautoras del estudio, las doctoras Barbara Gomes y Sílvia Lopes, de la Universidad de Coimbra (Portugal), entidad coordinadora del proyecto EOLinPLACE, en un artículo publicado en la página web de la universidad. «Existen varias explicaciones posibles para la diferencia observada entre sexos, incluida la mayor participación de las mujeres en las discusiones sobre la planificación de los cuidados paliativos terminales y la renuencia a la hospitalización». La razón citada para el aumento de los fallecimientos en el hogar entre las personas con cáncer fue «el curso más predecible de la enfermedad en comparación con afecciones benignas, así como unos cuidados paliativos terminales más tempranos y mejor integrados».

Qué significa esto para el mundo

Los investigadores explican la relevancia de su estudio: «Si el cambio que hemos encontrado a favor de fallecer en el hogar cuenta con el respaldo adecuado, se ajusta a las preferencias y se asocia a buenos resultados, como un mejor control de los síntomas y calidad de vida tanto para el enfermo como para su familia, estamos en [sic] el buen camino de cara a una transición sanitaria compleja. Si, por el contrario, se detectan deficiencias en los cuidados paliativos terminales, con el consiguiente riesgo de no satisfacer a enfermos y familiares, debemos replantearnos y mejorar la asistencia domiciliaria, considerando la reasignación de recursos de otros lugares». El estudio destaca la importancia de que las futuras políticas sanitarias, tanto nacionales como internacionales, tengan en cuenta este cambio hacia el fallecimiento en casa a fin de garantizar que los recursos de cuidados paliativos terminales se asignen adecuadamente. El proyecto EOLinPLACE (Choice of where we die: a classification reform to discern diversity in individual end of life pathways) finaliza en 2026. Para más información, consulte: Página web del proyecto EOLinPLACE

Palabras clave

EOLinPLACE, muerte, fallecimiento en el hogar, COVID-19, pandemia, terminal

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