Disminuir la contaminación atmosférica es esencial para reducir los casos de demencia en el mundo
Las conclusiones del estudio indican que la contaminación atmosférica está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de demencia entre personas con una edad de 60 años o superior. La investigación es la primera que no solo establece un vínculo entre la contaminación atmosférica y la demencia, a la vez que tiene en cuenta otros factores importantes como el consumo de pescado, sino que también identifica los contaminantes más perjudiciales para la salud cognitiva y la enfermedad de Alzheimer. «Descubrimos que la contaminación atmosférica estaba estrechamente relacionada con la demencia, incluso tras los ajustes por la exposición al humo ambiental del tabaco y el consumo de pescado», explica Ruoling Chen, que coordinó la investigación en la Universidad de Wolverhampton (Reino Unido). El proyecto DEMAIRPO contó con financiación de las Acciones Marie Skłodowska-Curie. El señor Chen, catedrático de Salud Pública y Estadística Médica, y responsable de investigación sobre salud global y epidemiología en la Universidad de Wolverhampton, realizó un nuevo estudio de cohorte en China y llegó a la conclusión de que el riesgo de deterioro cognitivo aumentaba con la exposición a PM2,5, partículas finas, PM10 y dióxido de azufre. El dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono y los gases de ozono, todos ellos contaminantes atmosféricos, no se asociaron firmemente con un mayor riesgo.
Datos esenciales para luchar contra la demencia
El equipo de Chen realizó un estudio de cohorte con 7 311 personas con una edad igual o superior a 60 años y residentes en las zonas rurales y suburbanas de la provincia de Zhejiang (China), a las que entrevistó en 2014 para obtener información de referencia. Durante los dos años que duró el seguimiento, el 23 % de ellas desarrolló algún tipo de deterioro cognitivo y el 13 % hasta un deterioro grave. El trabajo de Chen durante el proyecto DEMAIRPO proporciona información esencial para los países que quieren luchar contra la demencia, cuya incidencia se prevé que ascienda a 152 millones de personas en 2050 según la Organización Mundial de la Salud. «Las intervenciones para la salud cognitiva deberían incluir estrategias para combatir los contaminantes atmosféricos más importantes», afirman los investigadores, que comparten parte de sus hallazgos en la publicación de «Journal of Alzheimer’s Disease» en «Impact of Air Pollution on Cognitive Impairment in Older People: A Cohort Study in Rural and Suburban China».
Calidad del aire y enfermedad de Alzheimer
Los investigadores también examinaron la relación del riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer con esos seis contaminantes atmosféricos y el índice de calidad de aire en la cohorte y llevaron a cabo un nuevo estudio de control de casos para determinar la asociación independiente de la exposición a la contaminación atmosférica con la demencia y sus efectos de interacción con la exposición al humo ambiental del tabaco y el consumo de pescado. Los estudios mostraron unos efectos de interacción insignificantes desde el punto de vista estadístico, lo cual sugiere que el impacto de la contaminación atmosférica sobre el desarrollo de demencia sería similar en personas expuestas y no expuestas a ese tipo de humo, así como entre personas con diferentes niveles de consumo de pescado. Estos novedosos resultados de la investigación sobre la demencia basada en la población fueron posibles en gran medida por la colaboración que la Universidad de Wolverhampton estableció con la Universidad de Medicina de Cantón. Chen tiene previsto continuar la investigación explorando las vías mediante las cuales la exposición a la contaminación atmosférica influye en la demencia.
Palabras clave
DEMAIRPO, contaminación atmosférica, demencia, humo ambiental del tabaco, consumo de pescado