Cómo las barreras de burbujas detienen el recorrido de los residuos plásticos
Cada año llegan a nuestros océanos entre diecinueve y veintitrés mil millones de kilos de plástico, de los que la mayoría comienzan su viaje en tierra firme y luego continúan por un río hasta alcanzar el océano. Los residuos plásticos no solo pueden poner a las especies marinas en riesgo de sufrir heridas graves o morir, sino que también suscitan preocupación por la seguridad y calidad de los alimentos de origen marino y, por lo tanto, de la salud humana. Además, plantean desafíos para el turismo costero y la navegación, y contribuyen al cambio climático. Con el deseo de hacer algo con los residuos plásticos, el equipo del proyecto financiado con fondos europeos Great Bubble Barrier investigó cómo podían llevar de los Países Bajos a otros mercados europeos su tecnología inteligente para recopilar y eliminar residuos plásticos de los cursos de agua. «Queríamos definir la forma en que The Great Bubble Barrier® podía adaptarse a diferentes tipos de cursos de agua, así como las posibilidades de financiación más efectivas para hacerlo. También queríamos obtener información sobre mercados europeos potenciales y desarrollar una estrategia de expansión europea», señala Francis Zoet, coordinador del proyecto y cofundador y jefe de operaciones de The Great Bubble Barrier®.
El poder de las burbujas
The Great Bubble Barrier® es una tecnología rentable y sostenible que consiste en una cortina de burbujas y un sistema de captación que bloquean y recogen los residuos plásticos antes de que lleguen al océano sin limitar el tráfico de los barcos ni el movimiento de los peces. «Su característica particular es que recoge plásticos en toda la longitud, anchura y profundidad de un curso de agua», destaca Zoet. En una prueba piloto realizada en 2017, The Great Bubble Barrier® demostró su efectividad al recoger el 86 % del material de prueba en el río IJssel. Zoet añade: «La tecnología pretende reintroducir los plásticos recogidos en la cadena de valor de una forma circular y contribuir así a una economía circular». Si se observa de cerca, la cortina de burbujas se crea instalando un tubo especial, perforado y flexible de PVC 100 % en el fondo del curso de agua y conectándolo a un compresor en la orilla. «Las burbujas generadas crean una corriente ascendente que empuja los residuos a la superficie. Allí, la fuerza de las burbujas impide a los residuos seguir corriente abajo», explica Zoet.
Adiós a los residuos plásticos
El diseño específico de The Great Bubble Barrier® garantiza que la tecnología recoja los residuos en la orilla en una cuenca hidrográfica de donde pueden retirarse con facilidad. The Great Bubble Barrier® puede interceptar residuos plásticos con un tamaño de entre 1 mm y 1 m y funciona todo el día sin necesidad de un operario. Como beneficio adicional, las cortinas de burbujas aumentan el índice de oxígeno disuelto, lo que es bueno para el ecosistema acuático, y además la tecnología puede usarse en una amplia gama de ubicaciones sin necesidad de cambiar su infraestructura. «Durante el proyecto, obtuvimos un conocimiento profundo de los factores que influyen en la adaptación de The Great Bubble Barrier® y de las formas de abordar esta adaptación de forma efectiva. También adquirimos una visión detallada de las oportunidades de mercado, lo que incluye la gestión de entornos fluviales en países más allá de los Países Bajos, y desarrollamos una estrategia de entrada en el mercado de la Unión Europea», concluye Zoet. Gracias al uso de este conocimiento, el proyecto seguirá desarrollando la tecnología en función de sus hallazgos y pondrá en marcha la estrategia de entrada en el mercado europeo. The Great Bubble Barrier® podría lograr un verdadero impacto en la eliminación de los residuos plásticos en los cursos de agua.
Palabras clave
Great Bubble Barrier, The Great Bubble Barrier®, residuo plástico, cursos de agua, cortina de burbujas, cuenca hidrográfica, ecosistema acuático, contaminación por plásticos