Agricultores mejor informados para una mayor calidad del agua dulce
Todo el mundo quiere agua cristalina, segura para beber y sin polutantes que pueden dañar ecosistemas valiosos. En general, podemos respirar aliviados: en la Unión Europea (UE), el agua es ahora más limpia que hace un cuarto de siglo, y esto se debe en gran parte a la Directiva Marco del Agua, cuyo objetivo es protegerla y mejorarla. Pero, si bien no todo es negativo, las amenazas que plantean algunas prácticas agrícolas para los recursos de agua dulce de Europa no deben tomarse a la ligera. Los plaguicidas siguen siendo un problema notable, al igual que los excedentes de nutrientes, que son responsables de provocar concentraciones inusualmente altas de nitratos y plaguicidas en el agua. En la actualidad, se considera que la mitad de las aguas europeas presentan un «estado ecológico deficiente», lo que requiere desarrollar mejores prácticas de gestión y medidas de mitigación eficaces. El consorcio WATERPROTECT (Innovative tools enabling drinking WATER PROTECTion in rural and urban environments) abordó este objetivo en junio de 2017. Ingeborg Joris, investigadora en VITO y coordinadora del proyecto, comenta: «El enfoque del proyecto consistió fundamentalmente en sentarse y hablar con los agricultores y otras partes interesadas, informarles sobre varios problemas relacionados con la calidad el agua que tal vez desconocían, y del papel positivo que pueden desempeñar y las soluciones que podrían poner en práctica». Un enfoque educativo era esencial, ya que, a menudo, muchos agricultores solo oyen hablar del efecto de la agricultura en el medio ambiente en términos generales. Algunos agricultores no están tan al tanto como otros de los problemas ambientales que acontecen en las proximidades de sus campos como otros, y tampoco son conscientes de cómo algunas prácticas agrícolas constituyen una posible amenaza para el agua potable.
Siete laboratorios de acción
WATERPROTECT se basó en la práctica en sus siete «laboratorios de acción»: coaliciones locales en regiones agrícolas con problemas de calidad del agua relacionados con la producción de agua potable. «Buscamos casos con diferencias en las prácticas agrícolas, el clima, los niveles de concienciación de los agricultores y la escala de las explotaciones agrícolas y las instalaciones de agua potable. Al final terminamos con nuestros siete laboratorios de acción, que incluyen desde pequeñas explotaciones agrícolas en Irlanda con un efecto en pozos privados de agua subterránea hasta explotaciones agrícolas con grandes superficies que podrían poner en riesgo el suministro de agua potable de una gran ciudad. Otros ejemplos incluyen a agricultores con poca conciencia ecológica que cultivan para el autoconsumo, así como a agricultores bien informados que consideran un diseño óptimo para el uso del suelo en la zona de captación de agua potable», comenta Joris. Los laboratorios de acción constituyeron una oportunidad no solo para concienciar y promover mejores prácticas de gestión, sino también para recopilar datos valiosos con la participación de agentes locales. El equipo del proyecto desarrolló herramientas de gestión colaborativa que proporcionan información a las coaliciones locales y fomentan el intercambio de opiniones. Joris confía en que todo este trabajo contribuirá, en último término, a más acciones a nivel local. El efecto positivo del proyecto tampoco tiene por qué circunscribirse a las siete regiones seleccionadas. Joris y otros socios del proyecto elaboraron y redactaron unas directrices sobre el uso del enfoque multiagente del proyecto para que pueda emplearse en otras regiones. Mientras tanto, los laboratorios de acción ya han comenzado a dar sus frutos. Por ejemplo, en Bélgica el trabajo continúa con la empresa local de agua potable, que ofrece ayuda financiera para la puesta en práctica por parte de los agricultores de las medidas de WATERPROTECT. En Rumanía, los socios se han propuesto desarrollar un destino de ecoturismo. En Irlanda y Espala, se han puesto en marcha nuevos proyectos regionales y nacionales. Al mismo tiempo, prosiguen las demostraciones de mejores prácticas en Irlanda e Italia, en otras cuencas hidrográficas por iniciativa de organizaciones de agricultores y organizaciones asesoras. El proyecto finalizó en septiembre de 2020, pero la comunidad de WATERPROTECT sigue viva a nivel de la UE a través de un foro dedicado a compartir experiencias y contribuir a futuras acciones e investigaciones.
Palabras clave
WATERPROTECT, agua dulce, agua potable, agricultores, agricultura, plaguicidas, nutrientes, Directiva Marco del Agua