Un nuevo producto mejora drásticamente las capacidades del envasado de alimentos
Toda la cadena de suministro de la industria alimentaria afronta varios desafíos. Se necesitan más propuestas innovadoras para el envasado ecológico, ya que las propiedades para proteger la vida útil de almacenamiento de los actuales materiales respetuosos con el medio ambiente son deficientes. El desperdicio de alimentos supone otra preocupación. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la prolongación de la vida útil de almacenamiento es la manera más eficaz de reducir el desperdicio de alimentos. También se necesita un envasado más seguro para proteger a los consumidores y sus cambiantes hábitos de consumo. La demanda de porciones de alimentos más pequeñas, envasadas y listas para comer está aumentando. Una vida útil de almacenamiento más larga implica alimentos más seguros y menos contaminados.
Aportar una nueva tecnología al mercado
El proyecto Cronogard, financiado con fondos europeos, desarrolló una tecnología patentada que dio lugar a una familia de productos para tratar las materias primas usadas en la industria del envasado de alimentos. Esta línea de productos prolonga la vida útil de almacenamiento de los alimentos hasta en un 200 %. «Transformamos una prueba de concepto de laboratorio en una serie de productos industrializados que están listos para su comercialización», señala la coordinadora Célia Gavaud. «Empezamos realizando pruebas de laboratorio con sustancias capaces de prolongar la vida útil de almacenamiento de forma natural, trabajamos arduamente en las técnicas de aplicación y, finalmente, entregamos productos que pueden usarse directamente en las cadenas de transformación de los fabricantes de envasado sin que se necesite una maquinaria especial ni cambios en los procesos consolidados». Los materiales poliméricos tradicionales para envasar alimentos los protegen ante ataques de agentes externos, pero no son muy eficaces para prevenir el desarrollo de biopelículas. La innovación del proyecto reduce la formación de biopelículas hasta en un 50 % en la superficie de los envases. La actividad antibacteriana y protectora inhibe la formación de los agentes responsables del deterioro dentro del envase. Se basa en un relleno reciclable y compostable desarrollado para que funcione con plásticos y celulosa, por lo que mejora considerablemente las propiedades protectoras de dichos materiales. El producto conserva los alimentos incluso después de que el consumidor abra el envase, gracias a la tapa de la bandeja que puede volver a cerrarse.
Conservar la integridad de los alimentos
La familia de productos cumple plenamente con las regulaciones europeas relativas al contacto con alimentos, así como los procesos y substancias permitidos para el envasado. «Se trata de algo significativo, teniendo en cuenta que en los últimos años muchos métodos nuevos para la prolongación de la vida útil de almacenamiento no pasaron a la etapa de comercialización porque no lograron satisfacer las restricciones reglamentarias», explica Gavaud. Se puede beneficiar toda la cadena de valor. Los fabricantes de envases añaden valor a sus productos, que normalmente se consideran materias primas. Los minoristas y los fabricantes de alimentos aumentan la calidad de los alimentos envasados y disminuyen el desperdicio. Gracias a la reducción del desperdicio de alimentos, así como a la reducción del uso de sustancias no reciclables ni respetuosas con el medio ambiente, los consumidores disfrutan de productos más seguros y de mayor calidad. Los socios del proyecto han firmado muchos memorandos de entendimiento con líderes del sector del envasado en Italia y a escala mundial para desarrollar producciones piloto según sus necesidades específicas. «La aplicación en frutas y verduras en bandejas de cartón superó satisfactoriamente las pruebas finales para un fabricante de envases y un gran minorista, y esperamos que pronto se adopte comercialmente», añade Gavaud. «El producto CronogardTM mejora la vida útil de almacenamiento a la vez que conserva las características de los alimentos frescos, manteniendo el color, el sabor y la textura intactos», concluye Gavaud. «Satisface las necesidades de las industrias del envasado de alimentos y de los alimentos frescos».
Palabras clave
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