Hacia un equilibrio entre la eficiencia energética y la calidad del aire en interiores
Si algo han aprendido las entidades dedicadas a la construcción después de la denominada crisis del amianto y otros sucesos similares es que las ventajas ofrecidas por los materiales y tecnologías de construcción siempre deben contrastarse con las posibles repercusiones sobre la salud humana. Por tanto, no sorprende que este tema ocupe un lugar preponderante entre los objetivos de aquellos investigadores y autoridades que se encuentran en busca de técnicas favorables a la eficiencia energética. Además, numerosos estudios han revelado que los ciudadanos de la UE — quienes pasan entre el 60 y el 90 % de su vida en inmuebles— recelan cada vez más de la calidad del aire. Se desprende de ello también que el éxito comercial pasa por lograr un difícil equilibrio entre el aislamiento y la calidad del aire en interiores. En 1996, en la acción concertada europea «Calidad del aire en interiores y su impacto sobre el hombre» ya se señalaban las posibles contrapartidas de incrementar el intercambio de aire en los inmuebles, en lo que concierne al ahorro de energía. En ella se destacaba que, además de utilizar materiales y tecnologías adecuadas, los interesados debían redoblar la atención dedicada al desarrollo de procedimientos y herramientas de control, mantenimiento y gestión. Este Results Pack de CORDIS repasa algunos adelantos tecnológicos recientes logrados gracias a fondos de la UE y que ya contribuyen, o pronto contribuirán, a que la cadena de valor en este sector pueda conciliar los dos objetivos señalados anteriormente. Abarca materiales —incluyendo innovaciones en nanotecnología y fibras que permiten producir componentes con mayor eficiencia energética— y tecnologías de vigilancia inteligente gracias a las cuales, mediante sensores, los inquilinos y propietarios podrán disponer de información instantánea sobre las moléculas presentes en el aire que respiran.