Materiales nanoestructurados aislantes y rentables
El proyecto BRIMEE, financiado con fondos europeos, iniciado en julio de 2013, ha desarrollado materiales aislantes con mejor rendimiento que elevan las prestaciones energéticas de los inmuebles, reducen la energía operacional y absorben los posibles contaminantes presentes en el interior. En la actualidad se están realizando ensayos en condiciones reales. El equipo del proyecto probará sus innovaciones en tres edificios de demostración situados en distintas zonas climáticas: Italia, España y República Checa. «Este proyecto transformará un material expandido, nanoestructurado y de base totalmente biológica —espuma de nanocelulosa desarrollada con la tecnología patentada por una empresa emergente que forma parte del consorcio BRIMEE— en un producto apto para aislamiento interno en entornos construidos», explica Andrea Maria Ferrari, coordinador del proyecto y perteneciente a D'Appolonia, Italia. «Confiamos que este material se convierta en una referencia en el aislamiento de perímetros, techos y otras partes de los edificios». Los grandes beneficiados del proyecto serán probablemente las pymes que participan en la cadena de producción de paneles de aislamiento, ya que podrán aprovecharse de la producción de un material innovador que ofrece un aislamiento fiable y otras ventajas relacionadas con el ahorro energético. El material se deriva de un recurso renovable, y esta es una ventaja adicional de cara a su venta, dada la creciente concienciación ambiental de los consumidores y la consiguiente disposición a pagar el precio de unos materiales de calidad que ofrezcan sostenibilidad. Aunque el producto final se usará en aplicaciones interiores tanto de edificios nuevos como existentes, el proyecto ha determinado que los edificios construidos antes de 1975 que necesitan reformas constituyen el mercado más prometedor, razón por la cual este será el primer objetivo de acuerdo con las prioridades políticas de incrementar el valor del parque de viviendas existentes, mejorar la calidad de vida de los habitantes y reducir la huella medioambiental del sector de la construcción. «Aspiramos a demostrar la sostenibilidad y la viabilidad industrial de un panel de aislamiento que, además de ser eficaz como barrera térmica y acústica, puede instalarse sin perjudicar la calidad del aire interior», afirma Ferrari. «En última instancia, se espera disponer de un panel atractivo para los habitantes, apto para su instalación en interiores y con características inertes para la atmósfera». Puede avanzarse en el reforzamiento de la espuma nanocelusosa mediante la utilización de resinas naturales que proporcionen mayor resistencia mecánica, máximo rendimiento y ligereza e incluso propiedades de auto-extinción, aspectos fundamentales para la industria de la construcción. Además, pueden aplicarse aditivos a la superficie para obtener funcionalidades adicionales, entre ellas la emisión de fragancias, repelencia al agua y propiedades antibacterianas. La disponibilidad de la espuma aún representa un problema debido al volumen requerido, aunque Ferrari confía en que este inconveniente se solucione con la construcción prevista de una planta de producción dedicada a la fabricación de materiales nanoestructurados. «Sin duda, se necesitan actividades adicionales para convertir la idea en un producto final y real listo para su comercialización, incluidas las fases de ensayo, evaluación, desarrollo piloto y mejora de la calidad», afirma Ferrari. «Creemos que vamos a ser los primeros en posibilitar que las nanotecnologías se conviertan en un elemento fundamental en la ingeniería de materiales». El proyecto finalizará en verano de 2017.
Palabras clave
Aislamiento, calidad del aire, edificio, bio-renovable, interior
