Unos gusanos esclarecen etapas primitivas de la evolución animal
Un detallado análisis genético de los platelmintos ha permitido a un equipo internacional de científicos aportar nuevos datos sobre etapas primitivas de la evolución animal. El estudio se ha publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B. Los animales bilaterales presentan, como su propio nombre indica, una disposición de su cuerpo bilateralmente simétrica. Los humanos pertenecen a este inmenso grupo al igual que los insectos y los gusanos, por mencionar otros ejemplos. No obstante, durante muchos años los especialistas en taxonomía han dudado de la posición que deberían ocupar en el grupo de bilaterales (Bilateria) los gusanos platelmintos simples que componen el filo de los acelomorfos. Dicho filo ha sido descrito como un «animal independiente» por el profesor Casey Dunn de la Universidad Brown (Estados Unidos): «Se ha paseado por todo el árbol genealógico animal». Existen unas 350 especies de acelomorfos, y los intentos anteriores de clasificarlos mediante información genética han producido resultados contradictorios. En este estudio, científicos de Francia, Alemania, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos emplearon una nueva técnica de secuenciación genética que les permitió analizar más de 1.400 genes procedentes de un gran número de animales, una cifra 10 veces superior a la abarcada en estudios anteriores. El equipo consumió 2,25 millones de horas de procesamiento en un superordenador californiano para obtener sus resultados. Su análisis pormenorizado desveló que los acelomorfos forman un grupo emparentado de forma directa con el resto de los bilaterales. Según los investigadores, la importancia de este dato radica en que así se demuestra que estos gusanos son el resultado de la primera escisión en los bilateria. Los descubrimientos también proporcionan información de primera mano sobre el ancestro común de todos los bilaterales, todavía por identificar. El profesor Dunn afirmó que este gusano «es lo más lejano que se puede ser de un bilateral, pero sin dejar de serlo. Por lo tanto ahora contamos con dos frentes para investigar este ancestro común: los acelomorfos y el resto de los animales bilaterales.» El equipo también aclaró la posición en el árbol genealógico de otros dos animales, como las xenoturbellas, que son un tipo de gusano marino que se ha clasificado como gusano o molusco en distintas épocas. El análisis genético exhaustivo realizado sobre éstas aclara que posiblemente no formen parte del filo Deuterostomia, un gran subgrupo de bilaterales que incluye vertebrados, estrellas de mar y otros grupos. De hecho parece ser un pariente cercano de los acelomorfos. El equipo también logró clasificar taxonómicamente unas criaturas curiosas denominadas cilióforos que viven alrededor de la boca de la langosta noruega y que nunca antes se habían incluido en un estudio filogenético. Los cilióforos han quedado clasificados junto a los entoproctos (pequeños animales acuáticos) y los ectoproctos (criaturas marinas que forman colonias).