Nuevas tecnologías podrían poner fin a la polémica sobre las células madre
La investigación sobre las células madre, que algunos consideran pieza clave para los futuros avances en el campo de la ciencia médica, significa por el contrario para otros una quiebra de los valores propios de la investigación. Si las nuevas tecnologías consiguen generar células madres a partir de células adultas, la investigación podría entonces finalmente implantarse y ser aceptada, consiguiendo esquivar así muchas de las objeciones morales al estudio de este tipo específico de células y poniendo de esta manera a disposición de la investigación una cantidad cada vez mayor de células madre. La revista científica Nature ha publicado dos nuevos artículos dedicados a este tema, uno escrito por un equipo perteneciente a la Universidad de Edimburgo y el otro por un equipo de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, ambos conocidos líderes en el campo de la investigación sobre células madre. Estos artículos aportan las mayores pruebas hasta el momento de que esta "reprogramación" sea en efecto posible. Las células madre revisten un gran interés para los investigadores por dos razones: su capacidad para dividirse una y otra vez, y su habilidad para diferenciarse en distintos tipos de célula. Las células madre se obtienen en la actualidad a partir de la sangre del cordón umbilical y, lo que resulta más controvertido, a partir de fetos procedentes de abortos. Las células madre pueden también obtenerse a partir de los tratamientos de fertilización in vitro (FIV) cuando existe excedente de células. Si bien dentro del VI Programa Marco (VIPM) se daba prioridad a la investigación sobre células madre adultas, es decir las extraídas de adultos o de la sangre del cordón umbilical, la financiación para la investigación sobre células madre embrionarias quedó por contra explícitamente excluida. En noviembre de 2005, los ministros de Austria, Alemania, Italia, Malta, Polonia y Eslovaquia firmaron una petición promovida por el Vaticano en favor de la prohibición de cualquier tipo de investigación sobre células madre embrionarias. Italia, sin embargo, se retiró de la misma tras la caída del Gobierno de Berluconi. La cuestión de las células madre embrionarias fue asimismo el principal escollo durante el reciente debate sobre el VII Programa Marco (VIIPM) en el Parlamento Europeo. Muchos europarlamentarios se opusieron enérgicamente a la utilización de células madre en investigación, resultando finalmente aprobada la decisión de mantener dicha investigación por un margen de tan sólo 25 votos. Los investigadores se proponen desarrollar un método que permita reprogramar con éxito células ordinarias diferenciadas para convertirlas en células madre. La tecnología no se encuentra todavía disponible, pero esta nueva línea de investigación apuntaría a que no estamos ya muy lejos de alcanzarla. Cómo manifestó en una entrevista concedida a Nature el biólogo de la Universidad de Edimburgo Austin Smith, especialista en células madre y coautor del artículo escrito por el equipo de esta universidad, "Hasta hace un par de años yo mismo consideraba ridícula la idea de la reprogramación porque en ese momento no teníamos la menor idea desde el punto de vista científico de cómo lograrlo". La tecnología de la reprogramación surgió por primera vez durante la creación de la oveja Dolly, que se dio conocer al mundo en 1997. Los procedimientos para "crear" a Dolly se habían basado en la tecnología de la reprogramación, una tecnología que resulta sin embargo más compleja en el caso de las células madre humanas. Una de las proteínas que se consideran clave en este proceso es la conocida como Nanog. Nanog se activa en los embriones en crecimiento y controla además otros genes. El equipo creó células madre embrionarias de ratón que producen cuatro veces la proteína Nanog, y que cuando se fusionan con las células nerviosas del ratón hacen que las células resultantes puedan ser transformadas muy eficientemente, hasta 200 veces más eficazmente, en células madre. Pero esto no es todo. Los investigadores piensan que la proteína Nanog no es sino el comienzo y que otras proteínas podrán ser utilizadas en el futuro. El segundo artículo, escrito por investigadores de la Universidad de Princeton, identifica algunas de esas posibles proteínas. Una vez se hayan seleccionado éstas por sus efectos en la creación de células madre a partir de células diferenciadas, estaremos más cerca de poder utilizar la tecnología de la reprogramación, lo que supondrá un paso más en la investigación sobre las células madre.
Países
Reino Unido, Estados Unidos