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Microbial biogeography of the gastrointestinal tract: Towards a better understanding of the drivers of oral and colorectal cancer development.

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Los efectos de los microorganismos sobre el cáncer colorrectal

Unos científicos financiados con fondos europeos han empleado técnicas analíticas novedosas para obtener información acerca de los efectos de los microorganismos de la boca y los intestinos sobre la aparición del cáncer colorrectal. Estos avances podrían, en última instancia, traducirse en el diseño de pruebas diagnósticas más eficaces.

Es bien sabido que el microbioma desempeña un papel clave en la salud de las personas. Sin embargo, se desconocen los mecanismos implicados en este fenómeno. En el proyecto TRANSVIVOME, financiado con fondos europeos, se confirmó que la co-colonización por numerosas especies bacterianas tanto en la boca como en el intestino afecta a la patogenia de algunas enfermedades como el cáncer colorrectal (CCR). «La relación entre las bacterias intestinales y el CCR se ha señalado en diversos estudios de grandes dimensiones. Los resultados indican un aumento de microorganismos orales en muestras de heces de pacientes afectados de CCR», explica Peer Bork, coordinador del proyecto TRANSVIVOME del Laboratorio de Biología Molecular Europeo de Heidelberg, (Alemania). «Este descubrimiento abre nuevas posibilidades de desarrollo en el campo del diagnóstico del CCR». Sin embargo, hasta ahora no se dispone de información clara acerca de los mecanismos biológicos implicados. Por ejemplo, se desconoce se estas bacterias proceden de la boca del paciente o ya existen en el intestino, pero la aparición en la enfermedad o en otro contexto procede del entorno. Datos analíticos de gran interés Este es el punto de partida del proyecto TRANSVIVOME. Bork y su equipo se propusieron desarrollar y analizar nuevas técnicas para el estudio de la transmisión bacteriana. Se trató de descubrir si las cepas orales intervenían en la aparición del CCR y si estas bacterias estaban vivas. Uno de los logros clave fue el diseño de un método independiente del cultivo capaz de determinar si las bacterias de las muestras estaban vivas. Mediante el uso de datos de ADN y ARN, se descubrió la posibilidad de detectar las especias bacterianas presentes en una determinada muestra y si expresaban estos genes. «Dado que el ARN se degrada muy rápidamente (en unas horas), se puede deducir que si se detecta ARN de una determinada especie, significa que en el momento de la toma de la muestra esta estaba viva», aclara Bork. «Se trata de un avance metodológico importante, ya que únicamente las células vivas pueden transmitir y colonizar diferentes entornos». Además este estudio proporcionó datos sobre la amplitud de la transmisión de las bacterias entre la boca y el intestino. El análisis de muestras orales e intestinales de personas procedentes de todo el mundo (Fiyi, China, Francia, Estados Unidos, Luxemburgo y Alemania) mostró diferencias precisas en las secuencias de ADN de más de mil setecientas especies de bacterias orales e intestinales. «Cabe destacar la obtención de datos sorprendentes, ya que se descubrió que un amplio número de bacterias orales podían colonizar los intestinos», señala Bork. «Por otro lado, se observó que algunas bacterias detectadas en la boca y los intestinos parecían tener distintas versiones (cepas) especializadas para cada órgano». Posibilidades diagnósticas Es posible que las técnicas analíticas diseñadas y analizadas en TRANSVIVOME puedan traducirse en el desarrollo de pruebas diagnósticas para el CCR y otras enfermedades. La posibilidad de distinguir las bacterias vivas de las muertas y las que se transmiten entre la cavidad oral y el intestino permite mejorar considerablemente el estudio del control de la enfermedad en muestras de heces. «Con estas técnicas se puede determinar si una cepa específica de una determinada bacteria tiene la capacidad de trasladarse de la cavidad oral a los intestinos», declara Bork. «Si este fuera el caso, se abren nuevas vías para la evaluación del riesgo del CCR. La identificación de los factores implicados en la aparición del CCR se alojan en la boca del paciente podría incluso contribuir al diseño de tratamientos dirigidos a esta comunidad». En conjunto, en el proyecto se proporciona un punto de partida sólido para estudios de seguimiento. «A pesar de no ser posible recoger una cohorte de muestras de CCR y controles lo suficientemente grande durante este proyecto, se ha iniciado otro estudio a fin de obtener los datos necesarios para identificar marcadores diagnósticos del CCR», añade Bork.

Palabras clave

TRANSVIVOME, cáncer colorrectal, oral, intestino, bacteriano, microbiano

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