Mejora de la respuesta de la Unión Europea ante las crisis en pos de una prevención de conflictos más eficaz
Como potencia mundial, la UE ha dado prioridad recientemente a un enfoque racionalizado de la gestión de crisis. Sin embargo, su aplicación ha recibido relativamente poca atención desde el ámbito académico. El proyecto financiado con fondos europeos EUNPACK (Good intentions, mixed results – A conflict sensitive unpacking of the EU comprehensive approach to conflict and crisis mechanisms) tenía por objeto corregir este desequilibrio desvelando los mecanismos de respuesta a las crisis de la UE, proporcionando información sobre la forma en que se reciben y perciben sobre el terreno. Morten Bøås, coordinador del proyecto y profesor de investigación en el Instituto de Asuntos Internacionales Noruego, lo explica todo a CORDIS. ¿Cómo llevó a cabo la investigación para el proyecto? El profesor Bøås responde: EUNPACK estudió siete crisis en diversos puntos del «ciclo de crisis», situadas en tres regiones en las que la UE aplicó respuestas a las crisis: la zona de ampliación (Kosovo y Serbia), la zona de vecindad (Ucrania y Libia) y la «vecindad ampliada» (Mali, Afganistán e Irak). Combinamos entrevistas exhaustivas con los responsables políticos de Bruselas, especialmente del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), con entrevistas y encuestas a las partes interesadas en los países del caso. Aunque el trabajo de documentación nos proporcionó información sobre el conjunto de herramientas de respuesta a las crisis de la UE, fue el trabajo de campo etnográfico el que nos aportó una perspectiva real. ¿Puede explicar el término «ciclo de crisis» y cómo ha sustentado su trabajo? Hemos distinguido entre tres fases. En primer lugar, la «fase previa a la crisis», que podría caracterizarse por la alerta temprana y la prevención de conflictos. En segundo lugar, la «fase de crisis», en la que la reacción rápida y la ayuda son posibles medidas. Y por último, está la «fase posterior a la crisis», con la construcción del Estado, la consolidación de la paz y la seguridad humana como opciones. Esto nos ayudó a comprender las limitaciones y las oportunidades de una respuesta eficaz y a evaluar si las acciones de la UE satisfacían las necesidades. Por ejemplo, descubrimos que la respuesta de la UE en la fase de crisis a menudo continuaba en la fase posterior a la crisis, lo que limitaba su contribución a la resolución de conflictos y su capacidad para romper el ciclo de crisis. ¿Qué tipo de crisis examinó la investigación y por qué específicamente? Las crisis que examinamos se deben al comportamiento humano, son intrínsecamente políticas y están estrechamente relacionadas con el conflicto. A menudo amenazan los medios de subsistencia de millones de personas y no son incidentes aislados que surgen espontáneamente, si no manifestaciones de procesos más largos de cambio social y descontento. Es crucial entender cómo los agentes externos pueden contribuir a las soluciones, pero es igual de importante aprender lecciones sobre cómo evitar consecuencias no deseadas. Ejemplos de ello son las prolongadas crisis humanitarias y políticas que han afectado a Afganistán, Irak, Libia y Mali, todos ellos países del caso práctico de EUNPACK. ¿Cuáles son los principales resultados del proyecto hasta ahora? En los últimos veinte años, la UE ha mejorado considerablemente su capacidad de respuesta a las crisis. Sin embargo, identificamos cuatro retos principales que todavía deben abordarse. En primer lugar, existe una brecha entre las intenciones de la UE y su aplicación. En segundo lugar, existe una disonancia entre la aplicación de la política de la UE y cómo se percibe a nivel local. En tercer lugar, la UE no consigue realmente una implicación local suficiente, lo que limita su capacidad para abordar las cuestiones subyacentes. Por consiguiente, la población local a menudo no es consciente de los esfuerzos específicos de la UE y de sus implicaciones. Por último, las respuestas se basan cada vez más en intereses y en los objetivos a corto plazo, como la detención de la migración y la lucha contra el terrorismo, que a menudo no se ajustan a las prioridades locales y podrían empeorar los problemas a largo plazo. Por lo tanto, es vital diseñar operaciones basadas en las necesidades y la cooperación locales. ¿Cómo contribuye el proyecto a los objetivos de la UE y cómo repercute en la vida de sus ciudadanos? Hemos proporcionado a los responsables políticos de Bruselas las perspectivas de un grupo esencial que a menudo se pierde en el discurso, pero en cuyo nombre trabajan. Esperamos que reconozcan que les interesa entender lo que piensan los afganos, los kosovares y los malienses; que los académicos sigan examinando las percepciones locales; y que los ciudadanos de Europa y de otros lugares adquieran una mayor comprensión de las consecuencias de la formulación de políticas de la UE. Del mismo modo, esperamos haber ayudado a que las personas que trabajan sobre el terreno en los países de los casos prácticos entiendan mejor lo que hace y lo que quiere la UE. El equipo de EUNPACK se enorgullece de que los resultados de nuestra investigación nos hayan permitido presentar recomendaciones políticas perfeccionadas para que los mecanismos de respuesta a las crisis de la UE sean más sensibles a los conflictos y a los contenidos y, por lo tanto, más eficientes y sostenibles. ¿Cómo piensa proseguir el trabajo? Además de la publicación en revistas, estamos trabajando en un volumen editado de la investigación de EUNPACK. Esperamos seguir investigando sobre la UE y situar a los socios locales en primer plano. Estamos orgullosos de este enfoque que nos ha permitido llevar a cabo investigaciones sistemáticas en entornos difíciles, tensos y peligrosos.
Países
Noruega