Paliar el dolor durante la infancia
Los bebés que ingresan en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) se someten a tratamientos médicos y procedimientos que pueden ocasionar cuadros de dolor prolongado. Está demostrado que los niños experimentan el dolor de forma consciente y lo manifiestan mediante reacciones fisiológicas y conductuales. La gestión del dolor neonatal está muy lejos de ser ejemplar y normalmente se realiza en menos del 30 % de los casos de pacientes que se someten a procedimientos dolorosos. Experimentos recientes apuntan a que el dolor prolongado durante el periodo neonatal puede tener consecuencias a nivel cognitivo, conductual y de desarrollo neurológico.Los tratamientos analgésicos más habituales consisten en administrar morfina y fentanilo, cuya inocuidad a largo plazo no se han estudiado suficientemente. Conscientes de ello, los científicos que emprendieron el proyecto «No pain during infancy by adapting off-patent medicines» (NEOOPIOID) , financiado con fondos europeos, evaluaron los efectos y la seguridad de los tratamientos con opioides en neonatos nacidos pretérmino o a término. Su objetivo era desarrollar un tratamiento farmacológico sedante/analgésico específico para neonatos. El consorcio de NEOOPIOID llevó a cabo un estudio basado en un cuestionario en el que participaron alrededor de seis mil setecientas personas de dieciocho países comunitarios. Los resultados revelaron que en la mayoría de los centros se utilizaba morfina o fentanilo sin evaluar previamente la intensidad del dolor de los neonatos con ventilación asistida. A los efectos de comprobar la seguridad y eficacia de los analgésicos, los investigadores realizaron ensayos clínicos en los que el nivel de dolor se determinó mediante un sistema mejorado de puntuación. Se hizo especial hincapié en el efecto de dichos fármacos en el cerebro de los bebés. Se extrajeron muestras de sangre de los recién nacidos para analizarlas mediante técnicas especialmente concebidas para detectar restos de opioides y sus metabolitos, lo que permitió estudiar las propiedades farmacocinéticas y farmacogenómicas de la morfina y el fentanilo y establecer la dosis más adecuada para cada fase de desarrollo. Tras realizar este estudio el equipo concluyó que en el caso de los niños era preferible administrar los sedantes y analgésicos en bolo en lugar de mediante infusión continua. Asimismo, el consorcio indagó en la relación existente entre los polimorfismos en genes candidatos (COMT, KCNJ6) y el alivio proporcionado por los analgésicos. En definitiva, el estudio realizado en el marco de NEOOPIOID dio lugar a una serie de recomendaciones sobre cómo evaluar y tratar el dolor en neonatos con sedantes y analgésicos. Dado el aumento de los nacimientos antes de término en Europa, cada vez son más los bebés expuestos a tratamientos con opioides o a una acción analgésica insuficiente. La aplicación de los hallazgos del proyecto a las prácticas de analgesia mejorará los cuidados que se dispensan a los recién nacidos.
