La biorrefinería perfecta
La idea de transformar mediante biorrefinado grandes cantidades de biomasa desaprovechada en energía y productos industriales útiles aún no ha dado los frutos esperados debido a las dificultades que entraña el tratamiento de una materia prima heterogénea y al empleo de modelos de negocio insostenibles y poco rentables. Bajo los auspicios de la Unión Europea, el equipo de «Biocommodity refinery» (BIOCORE) se propuso desarrollar y validar un concepto de biorrefinería sostenible y rentable capaz de procesar múltiples fuentes de biomasa. En torno a esta iniciativa se reunió un buen número de institutos de investigación y pequeñas empresas con el objetivo de demostrar la viabilidad del concepto. BIOCORE se basó en una tecnología de biorrefinado ya existente, denominada organosolv, que permite extraer los principales componentes de diversas fuentes de biomasa, incluidas la paja y la madera. El equipo comenzó por optimizar el proceso de organosolv para su uso con paja de trigo y cebada, y después lo aplicó con éxito a la paja de arroz y la madera de abedul y chopo. Con esta tecnología fue posible recuperar la práctica totalidad de la materia prima (más del 90 % de la masa) descompuesta en componentes utilizables en procesos industriales de fabricación, tales como la celulosa. Los científicos emplearon dichos componentes para elaborar distintos productos, incluidos el etanol, biorresinas para paneles de madera, espumas de poliuretano y plásticos. Otra línea de actuación de BIOCORE se centraba en la optimización del proceso de biorrefinado a fin de hacerlo más sostenible y rentable. El consorcio empleó modelos y análisis de sitio completo para diseñar vías optimizadas de producción adaptadas a las biorrefinerías del futuro. Por último, BIOCORE redactó recomendaciones para la elaboración de políticas conducentes a fomentar la capacidad competitiva del sector de la biorrefinería, lo que a su vez reportará beneficios socioeconómicos a nivel comunitario. En definitiva, el proyecto supone todo un avance, en tanto en cuanto convierte el concepto emergente de biorrefinería, hasta ahora un producto de investigación, en una realidad con aplicación industrial. Tras la conclusión de BIOCORE, la empresa proveedora de la tecnología organosolv recibió financiación comunitaria, a través del proyecto «2G BIOPIC», para construir una planta piloto y promover el desarrollo de esta idea a nivel industrial.
Palabras clave
Biorrefinería, biomasa, biomasa infrautilizada, productos industriales, organosolv